Durante el embarazo son muchos cambios los que se producen en el cuerpo de la mujer. Como consecuencia de esos cambios, aparecen síntomas molestos y dolores, que en ocasiones pueden impedirte realizar actividades cotidianas. Hoy hablaremos de la ciática en el embarazo, una molestia muy frecuente en esta etapa.
La ciática está provocada por la inflamación del nervio ciático, que es el más largo y ancho de todo el organismo. Este nervio comienza en la parte posterior de la pelvis, continúa por el glúteo y el muslo y se ramifica a lo largo de la pierna y el pie. Este nervio es el que nos permite sentir y mover los músculos de las piernas y los pies.
Esta presión puede hacer que se sienta un hormigueo leve en las piernas o un dolor intenso en la zona lumbar o en los muslos, generalmente se concentra en uno de los lados del cuerpo. En ocasiones, el dolor puede impedir realizar movimientos, es por ello, que resulta bastante molesto.
El dolor que causa la ciática no es constante, sino que aparece con mayor o menor intensidad de forma intermitente. Pero es más frecuente cuando te pones de pie después de estar un buen rato sentada o acostada, o incluso después de toser o estornudar, cuando la espalda se suele inclinar.
Se estima que 1 de cada 2 mujeres padece ciática durante el embarazo, alrededor del 46% de las mujeres según un estudio de la Fundación Kovacs (estudio en inglés).
Según el mismo estudio, la ciática en el embarazo aparece con más frecuencia en los siguientes casos:
- En las embarazadas jóvenes.
- En las mujeres que han padecido o padecen dolores lumbares.
- Las que duermen pocas horas.
- Las mujeres que sufren depresión durante el embarazo.
Los síntomas más frecuentes
La ciática suele manifestarse con un dolor intenso en la zona baja de la espalda, las lumbares o en la parte posterior de la pierna. Este dolor puede aparecer cuando se flexiona o extiende la columna al realizar algún trabajo físico intenso.
El dolor puede aparecer junto con hormigueo o adormecimiento de la pierna o el pie. Y se agrava al toser, estornudar o inclinar la espalda.
¿Por qué aparece en el embarazo?
El embarazo es una etapa de cambios y no solo en la apariencia física. También hay muchos cambios internos.
Hay varias razones por las que aparece la ciática en el embarazo.
1. El aumento de peso y la presión que al inclinarse se ejerce sobre un disco en la parte baja de la espalda que en algunos casos ya estaba abultado. Pero en el embarazo, la presión es mayor y el dolor de ciática es bastante común.
2. El aumento de peso también puede hacer que los músculos de las nalgas compriman el nervio ciático.
3. El centro de gravedad cambia a medida que el útero aumenta su tamaño y por eso, las embarazadas tienden a impulsar la pelvis hacia delante, ya que de esta manera mantienen mejor el equilibrio, pero adoptan posturas que no son del todo correctas. Algunas de ellas, hacen que el nervio ciático se comprima y pueden causar dolor intenso de espalda.
4. Y como no, las hormonas también juegan un papel importante. El aumento de la relaxina, hormona que relaja los ligamentos, sobre todo las articulaciones de la pelvis, la espalda baja y las rodillas; puede hacer que estires más de la cuenta y por ello, debes intentar hacer movimientos lentos y evitar los movimientos bruscos.
¿Cómo se puede tratar la ciática?
En muchos casos, el dolor desaparece por sí solo con un poco de reposo, pero puede tardar varias semanas y es probable que el médico te recomiende usar una faja de embarazo para ayudar con la carga del abdomen y aliviar la presión en la columna vertebral.
Para tratar la ciática en el embarazo los masajes terapéuticos son una buena opción. Con el masaje en la zona afectada se puede aliviar el dolor y reducir la tensión muscular. Pero, es imprescindible acudir a un profesional y consultarlo previamente con el ginecólogo.
Se cree que el consumo de algunas vitaminas del grupo B, como la B1, B6 y B12, puede ayudar en el tratamiento de la ciática. Estas vitaminas puedes encontrarlas en alimentos como las nueces, la leche, el hígado, los huevos, el pescado o el plátano.
Lo mismo sucede con la postura a la hora de dormir. Es recomendable no dormir boca abajo (aunque esto es prácticamente imposible cuando el embarazo está avanzado) e intentar dormir sobre el costado.
Algunas recomendaciones:
- Mantener la espalda recta.
- Evitar estar sentada o de pie durante períodos largos de tiempo.
- Puedes colocar una almohada en la parte baja de la espalda cuando estés sentada.
- Realiza ejercicios para fortalecer la musculatura de la espalda.
- Evita los movimientos que te causen dolor y no fuerces mucho la zona afectada.
- Algunos médicos recomiendan aplicar calor seco en la zona afectada.
¿Se puede prevenir?
Hay ciertas medidas que puedes tomar para prevenir la aparición de ciática en el embarazo. Entre ellas se incluyen los siguientes consejos:
1. Si tu médico no te recomienda reposo absoluto intenta mantenerte activa durante el embarazo. Muévete, camina y ejercita la musculatura de la espalda, con deportes como la natación o el yoga.
2. Controla el aumento de peso durante la gestación.
3. Evita mantenerte en la misma postura durante mucho tiempo.
4. Si tienes que permanecer sentada (trabajo, reuniones), intenta dar pequeños paseos cada hora.
5. Es importante que duermas lo suficiente y que adoptes una postura adecuada a la hora de dormir. La postura más recomendada durante el embarazo es sobre el costado y con una almohada entre las piernas.
6. Presta atención a tu calzado. Este no debe ser plano, pero tampoco demasiado alto. Un tacón de entre 3 y 5 centímetros es el ideal para llevar en el embarazo.
7. Evita levantar mucho peso y si tienes que hacerlo, como en el caso de tener otro hijo pequeño, mantén la espalda recta a la hora de cogerlo, doblando tus rodillas para agacharte.
8. Fortalece los músculos de la pelvis y los abdominales. Los ejercicios de Kegel te ayudarán a esto y además, tienen otros beneficios como prevenir la incontinencia urinaria, menor riesgo de desgarro en el parto y recuperación postparto más rápida.