Cuando los niños comienzan a ir a la guardería o al colegio aumentan las posibilidades de que contraigan enfermedades infecciosas. Por lo general, los niños tienen entre 6 y 9 infecciones al año, el 90% de ellas causadas por virus.
A pesar de que en algunos centros infantiles se han facilitado zonas para el cuidado especial de niños con enfermedades leves, según la revista healthychildren de la Academia americana de pediatras, los niños deben quedarse en casa cuando tienen:
- Diarrea o heces con sangre o mucosidad.
- Enfermedad que ocasione vómitos 2 o más veces durante 24 horas.
- Úlceras en la boca con babeo.
- Impétido (una infección de la piel con úlceras eruptivas) hasta 24 horas después de haber iniciado el tratamiento.
- Sarna (afección de la piel que causa comezón) hasta que se haya administrado el tratamiento.
- Síntomas como la fiebre, letargo, llanto persistente, irritabilidad o dificultad para respirar, que pueden indicar que se trate de una enfermedad grave.
Medidas de prevención
La mayoría de las enfermedades infecciosas se transmiten fácilmente de persona a persona a través de la saliva, el aire o el contacto físico. Hay una serie de medidas que se pueden tomar para prevenir las enfermedades más comunes en los niños.
1. Cuidar su alimentación
La alimentación es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Los niños deben llevar una dieta equilibrada y saludable para enfrentar cualquier enfermedad.
- Aumentar la ingesta de frutas y verduras y evitar la comida rápida y bollería. La obesidad infantil es un problema que se ha duplicado en los últimos 30 años. Es importante que los niños aprendan a comer bien y no sean premiados con dulces o comida rápida.
- La lactancia materna protege de las infecciones respiratorias y ayuda al correcto desarrollo del sistema inmunológico. La leche materna al menos durante los 6 primeros meses de vida del bebé puede mejorar la salud futura de tu hijo.
- Algunos alimentos como los cítricos, la miel, la jalea real, el ajo o la cebolla, ayudan a prevenir los resfriados y a mejorar el sistema inmune. Los zumos de frutas cítricas con miel y los pures de verduras que incluyan ajo y cebolla, pueden ayudar a tu hijo a mejorar sus defensas.
- Tomar un yogur diariamente facilita el aporte de probioticos que estimulan la formación de bacterias beneficiosas para el organismo.
- Los alimentos ricos en fibra, como las verduras y las frutas, y beber al menos 2 litros de agua al día, ayudarán a evitar el estreñimiento en los niños.
- También se deben incluir alimentos ricos en vitaminas para tratar y prevenir enfermedades respiratorias (uvas, arándanos, zanahorias, tomate, naranjas…).
- Los alimentos como el ajo, la cebolla o el puerro que tienen propiedades antivíricas y antibacteriasnas.
- Evitar consumir azúcares, ya que esta debilita la respuesta de los niños ante los gérmenes. Intenta que los jugos sean naturales y sin azúcares añadidos.
2. Calendario de vacunación
Las vacunas evitan enfermedades o hacen que los síntomas de estas sean más leves. Muchas enfermedades como la varicela, rubeola, poliomelitis o paperas, se pueden prevenir con la vacunación. Sin embargo, actualmente muchos padres no quieren vacunar a sus hijos y los pediatras lo consideran un grave error y un acto irresponsable.
[quote_box_center]Cuando un niño no se vacuna corre el riesgo de contraer la enfermedad y además puede poner en riesgo la salud de otros niños y/o personas que le rodean.[/quote_box_center]
Por otro lado, los padres que no vacunan a sus hijos lo hacen porque según estos, no existen estudios en los que se demuestre que las vacunas no tendrán efectos secundarios graves a largo plazo.
3. Una buena higiene
Una higiene adecuada también puede ayudar a prevenir ciertas enfermedades infecciosas.
- Es esencial enseñar a los niños a lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Debe lavarse las manos antes y después de cada comida, después de ir al baño, después de jugar y cuando tose, estornuda o se suena. En ocasiones, es imposible lavar las manos del pequeño, en este caso puedes utilizar un gel desinfectante.
- Si el niño usa pañales es importante cambiarlo cada vez que se ensucie para evitar problemas como la dermatitis del pañal entre otros.
- El niño debe bañarse diariamente cuando empieza a gatear, ya que está en contacto con el suelo y tiene más elementos a su alcance, según explica el ABC.
- Mantener las uñas limpias y cortas, ya que es una zona del cuerpo donde se acumula mucha suciedad y los niños se meten las manos constantemente en la boca.
- Explicarle al niño que no se meta el dedo en la nariz, en la boca y que no se frote los ojos, ya que son formas de introducir las infecciones en el cuerpo.
- Tapar la boca cuando van a estornudar. Es preferible que se tape con el antebrazo y no con la mano, ya que con frecuencia no se lavan las manos después del estornudo y pueden contagiar a otros niños.
- Usar papel para secarse las manos, sobre todo en los centros infantiles. Las toallas si no se lavan con frecuencia pueden tener bacterias.
- El niño debe aprender a no compartir la botella de agua o cubiertos a la hora de comer. Esta es una manera muy fácil de contagiarse a través de la saliva.
4. Limpiar y desinfectar
La limpieza del hogar y sobre todo de las zonas más frecuentadas por los niños, puede evitar el contagio de muchas enfermedades infecciosas.
- Limpiar los juguetes con agua y jabón y evitar aquellos que acumulan muchos virus y bacterias como los peluches.
- Ventilar bien las habitaciones de la casa para renovar el aire todos los días.
- Limpiar bien las alfombras, sobre todo las de su habitación, ya que en ellas se acumulan fácilmente las bacterias y los niños suelen pasar mucho tiempo en estas zonas cuando juegan.
- Limpiar y desinfectar la zona donde se cambian los pañales, los baños y donde comen, al igual que aquellos muebles y juguetes que usa el niño.
- Si hay animales en casa, es importante que estos estén limpios y vacunados correctamente. Los niños juegan, abrazan y besan a los animales sin ningún pudor. Es importante que aprendan a lavarse las manos y la cara después de jugar con ellos.
5. Educación
Sí, la educación también es un método para prevenir enfermedades. Inculcar unos hábitos de vida saludables puede ayudar a protegerlos contra algunas enfermedades.
Por ejemplo, es importante enseñarle al niño que el tabaco y el alcohol son muy perjudiciales para la salud y que hay muchas enfermedades graves causadas por estos elementos externos.
Cuando son adolescentes también es esencial hablarles de los métodos anticonceptivos para prevenir enfermedades como el SIDA. Las personas infectadas tienen el virus en la sangre, el semen y las secreciones vaginales.