Te has llevado nueve meses deseando verle la carita, todo ha ido bien, el bebé está sano y feliz, todo el mundo a tu alrededor está feliz, pero tú… no lo estás.
No te preocupes y, sobre todo no te agobies ni te presiones para sentir cosas. Esos sentimientos son mucho más normales de lo que crees y no significa que te pase nada malo ni que seas mala persona. Tan solo, las hormonas, el cansancio y el estrés del cambio, te están jugando una mala pasada. Aunque si esos sentimientos van a más, deberás buscar ayuda profesional.
Síntomas de la depresión posparto
Los síntomas de la depresión posparto son los mismos que en cualquier otro momento de la vida:
- Dificultad para dormir.
- Llanto o tristeza.
- Agitación e irritabilidad.
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban agradables.
- Dificultad para concentrarse.
- Cambio en el apetito o en los hábitos alimenticios.
- Ansiedad y preocupación.
- Problemas para realizar tareas cotidianas
- Sentimientos de aislamiento y desconexión
- Dolores de cabeza, estómago, músculos y espalda.
- Sentimientos negativos. Tristeza, culpa, desesperanza.
- Cansancio o fatiga.
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Dificultad para dormir
A los que se le añaden algunos síntomas específicos:
- Incapacidad de cuidar de sí misma o del bebé
- Miedo a quedarse a solas con el bebé
- Tener sentimientos negativos hacia el bebé
- Preocuparse en exceso o mínimamente por el bebé
Si estás sintiendo alguno de estos síntomas, que no te dé vergüenza ni apuro, habla con tu médico. Detectarlo a tiempo te puede evitar problemas mucho más graves.
Depresión posparto o tristeza de después del parto
Tras el parto tendrás un trastorno hormonal gigantesco, un bebé del que cuidar y un cuerpo convaleciente. Así que es más que normal que te sientas mal. Yo misma, del propio agobio de estar en casa dolorida, intentando que mi hija se agarrara al pecho, intentando cocinar, limpiar, trabajar…Lloré mucho.
Pero hay que saber distinguir entre ese agobio, echar de menos tu vida anterior y la preocupación por ser una buena madre de la depresión.
El baby blue, la tristeza, se presenta en los primero días tras el parto y no suele durar más de un par de semanas. Si pasa ese tiempo y los síntomas no se va, sino que van a más debería hablarlo con tu médico.
La depresión posparto también puede aparecer a los meses de haber dado a luz, sin previo aviso. Los ataque de llanto y pánico pueden durar todo el día, varios días seguidos.
Debes tomarte en serio la depresión, es tan real como cualquier otra enfermedad. No te dejes amedrentar por aquellos que digan que es un problema de «actitud». La depresión no es algo que vaya a dejar que pasar sólo porque lo desees, es un desarreglo químico del cerebro para el que vas a necesitar ayuda.
Causas de la depresión posparto
No existe una causa directa para la depresión posparto, sino muchas circunstancias generales y particulares. Por ejemplo, los expertos creen que puede ser una combinación de factores bioquímicos, medioambientales, psicológicos y genéticos. Aunque se pueden definir unos factores de riesgo:
- Ansiedad o depresión durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre.
- Historial previo de depresión o ansiedad.
- Historial familiar de depresión o ansiedad.
- Estrés debido al cuidado del bebé.
- Falta de apoyo.
- Problemas de pareja.
- Ser madre muy joven (menos de 20 años)
- Estar consumiendo alcohol, tabaco o alucinógenos
- Estrés provocado por agentes externos como problemas financieros, familiares o laborales.
- Baja autoestima.
- Un embarazo no deseado o planeado.
Estos son sólo algunos factores de riesgo comunes, pero también puede que sufras la depresión sin cumplir ni uno solo de estos puntos.
Cómo tratar la depresión posparto
Si has sido diagnosticada con depresión posparto, deberás seguir las recomendaciones de tu médico, que normalmente incluye antidepresivos, como la sertralina. Pero también hay algunas pequeñas cosas que puedes hacer y que pueden suponer una gran ayuda.
Comparte tus sentimientos
Habla con tu marido, con tu madre, con una amiga o con una hermana. Con quien quieras, pero háblalo. Busca a alguien de confianza y desahógate. A mí me pasa mucho que, me empiezo a agobiar con una idea, muchísimo, pero cuando se la cuento a otra persona, me doy cuenta de que era una tontería sin importancia.
Pida ayuda con el bebé y las tareas de la casa
Repitámoslo como un mantra: “No somos superwoman”. E incluso a superwoman la quisiera ver yo recuperándose después del parto de superbaby. No somos menos madres si le pedimos ayuda a alguien con la casa o con el pequeño. Las abuelas siempre están encantadas de quedarse un rato con el peque mientras que te das un baño relajante o descansas un poco. Y a papá tampoco se le van a caer los anillos si pasa el plumero por ti.
Habla con otras madres que también lo han sufrido
Busca grupos de apoyo. En internet puedes encontrar muchísimos y seguro que tu médico te puede proporcionar alguna dirección cerca de tu casa, por si quieres asistir en persona.
Compartir tus pensamientos y vivencias con otras madres que ya han pasado, o están pasando por ello, puede ser muy beneficioso.
Intenta no quedarte sola.
Esto te ayudará a ver que, de verdad, no estás sola y recibirás ayuda. Busca la compañía de tus seres queridos, para rodearte de su afecto y mantenerte distraída. Ya sabes, para no dar demasiadas vueltas a la cabeza.
Cuida de ti misma
Mantente fuerte. Come bien, intenta descansar. Mantener bien alimentada y descansada te dará fuerzas para luchas contra lo que te está asado y superarlo lo antes posible.
No dejes que arreglarte. Maquíllate, péinate, sal de compras. Aunque suene muy superficial, vernos bien por fuera, ayuda a sentirnos bien por dentro.
Dedícate tiempo exclusivo para ti
Deja que tu pareja o tu madre cuiden del pequeño y despeja tu mente viendo una película, leyendo o retomando ese hobby que tuviste que dejar durante el embarazo o tras el parto. Encuéntrate a ti misma de nuevo.
No te encierres
Ponte el portabebés o mete a tu precioso bebé en su cochecito y sal a la calle. Sentir el aire fresco, ver a otras personas y escuchar todo lo lindo que dicen de tu pequeño os ayudará tanto a tu pequeño como a ti.
Aleja todo el estrés
Libérate de todo lo que te estresa. Si es el trabajo, olvídate de él mientras estás de baja. Si son las tareas del hogar, pídele a alguien que las haga por ti. Sea lo que sea lo que te estresa, apártalo de ti hasta que te recuperes. Lo último que necesitas es añadir más estrés y ansiedad a tu situación.
¿Se pueden tomar antidepresivos durante la lactancia?
No existen estudios concluyentes respecto a esto. Hay una lista de medicamentos compatibles y, además, se cree que si a la madre que sufre depresión le apetece dar el pecho, los efectos de la lactancia superan a los posibles efectos de los antidepresivos.
Lo más importante, como siempre, es consultarlo con el médico. Dile que estás amamantando o que quieres hacerlo y él te dará la mejor recomendación.
Cuánto dura la depresión posparto
Tampoco existe una respuesta exacta a esta pregunta. Cada caso es distinto, cada mujer es distinta. Se dice que a partir del tercer mes de tratamiento, los síntomas empiezan a desaparecer. Lo importantes es seguir los consejos y terapias que indique tu médico al pie de la letra. Hay que acudir al profesional o antes posible y hacerle caso en todo lo que nos diga, ya que si no se trata o se trata mal, puede durar incluso años.
Cómo ayudar a alguien con depresión posparto
- Apóyala en todo y, sobre todo, no la juzgues. Ayúdala en casa, con el bebé, no la dejes sola y fomenta que salga con cualquier excusa.
- Asegúrate de que vaya a sus citas con el doctor y que cumple con el tratamiento o la terapia que le han recetado.
- Dale tu cariño incondicional y cuida de ella.
La depresión posparto se puede dar en hombres
Sí, lo que estás leyendo. Los padres también pueden sufrirla. De hecho, se estima que un 10 % de los padres acaban sufriendo depresión tras el nacimiento de su hijo. Si quieres saber más sobre este tema, consulta nuestro artículo sobre la depresión posparto en hombres