¿Se puede comer bechamel en el embarazo?

Mantener una dieta saludable durante el embarazo es fundamental para la estabilidad física de la madre, así como del bebé. En este proceso, la gestante procura ingerir alimentos saludables que beneficien el desarrollo del feto, al igual que la salud de la mujer. En este proceso, algunas tienen dudas si pueden consumir salsas.

Las salsas son aderezas imprescindibles para algunos platillos. Entre todas ellas, una de las más exquisitas y codiciadas para distintos tipos de menús es la salsa bechamel. En ella puedes untar croquetas o canelones y verter sobre lasaña o pastas.

Si llegaste aquí para saber los beneficios o desventajas de comer salsa bechamel durante el embarazo, estás en el sitio correcto. Mira aquí toda la información que hemos recopilado para ti.

¿Se puede comer bechamel en el embarazo?

Los cambios hormonales durante el embarazo son drásticos. Los antojos, los deseos de comer dulces, comida salada y de cualquier tipo son completamente normales. Lo importante es aprender a controlar estos instintos. Anteriormente hemos explicado cómo funciona el cuerpo en el proceso de gestación y por qué hay tantos deseos de probar comidas altas en azúcar. Si quieres saber más, puedes leer nuestro artículo sobre los beneficios de comer dulce de menta en el embarazo.

La salsa de bechamel está entre esos placeres de degustar menús italianos. Una pasta o una lasaña acompañada de ella hacen el acompañante perfecto. Ante esta interrogante, la respuesta es que sí puedes comer salsa bechamel en el embarazo.

No hay argumentos que supongan a este aderezo como uno perjudicial para la salud de la madre y el bebé. Todo lo contrario, se convierte en un alimento especial para satisfacer ciertas necesidades y aporta valores nutricionales como el calcio y vitaminas gracias a sus ingredientes como la leche.

¿Por qué es una buena opción?

¿se puede comer bechamel en el embarazo?

La salsa bechamel no representa ningún riesgo para el desarrollo del feto ni la salud de la madre. Por ende, es un aderezo que puedes incluir en cualquier menú. Aporta calcio y vitaminas gracias a sus ingredientes y tiene un sabor exquisito.

¿En qué forma consumir bechamel?

Puedes consumir la salsa bechamel en la presentación que desees. Sobre todo, si esta fue elaborada por ti misma. Gracias a ello, puedes asegurarte de las dosis de cada ingrediente. En este contexto, te recomendamos utilizar poca sal para que sea un aderezo bajo en potasio el cual, es uno de los grandes responsables de la retención de líquido y posterior hinchazón del cuerpo.

Bajo esta premisa, es importante saber que puedes pasearte por una amplia variedad de salsas durante el embarazo. Para hacerte un ejemplo, aquí vamos a contarte cuáles puedes comer y bajo qué criterios:

  • Salsas industriales: Si vas a optar por comprar una salsa bechamel y no hacerla en casa, escoge alguna que sea industrial. Estas están pasteurizadas y se conservan correctamente.
  • Salsas de quesos: Solo aquellos aderezos que estén hecho a bases de quesos pasteurizados son correctos. En este contexto, te recomendamos escoger una alternativa hecha por ti. Si quieres saber cuáles son los quesos que debes evitar en el embarazo y por qué, aquí puedes leer un artículo sobre el queso gorgonzola en el embarazo.
  • Salsas de natas o leches: Para estos casos aplica la misma regla que la anterior; es decir, procura que sean productos pasteurizados y no elaborados a base de leches crudas.

Cantidad de bechamel que puedes comer estando embarazada

No hay restricciones con respecto a su consumo; sin embargo, mantente al pendiente con la sal en la salsa. Algunas de ellas, sobre todo las industriales, están elaboradas con alto contenido de sodio. Durante el embarazo se recomienda no ingerir más de 5 gramos de sal por día. Por esta razón, recomendamos ampliamente que consumas este aderezo hecho por ti en casa.

Ante cualquier duda o dosis en específica, te recomendamos conversar con tu médico para determinar un plan alimenticio que se ajuste a tus necesidades.

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