Las mujeres durante el embarazo tienen que procurar llevar una dieta balanceada la cual le brinde los nutrientes y las vitaminas necesarias para el desarrollo y el crecimiento del bebé. Así que muchas tienen la duda si se puede comer morcilla en el embarazo.
De manera general, los expertos recomiendan que su dieta esté basada en el consumo de proteínas, carbohidratos, grasas buenas, vegetales y frutas. Te estarás preguntando dónde quedan los embutidos, ya que son suficientemente tentadores como para resistirse a ellos.
En años anteriores quizás no hayas tenido problema con estos. Sin embargo, eso no quiere decir que estando embarazada puedas consumirlos de la misma manera. Básicamente, las personas no conocen a ciencia cierta cómo es su proceso de preparación o si contiene algunos parásitos o bacterias. Así que estamos dispuestos a aclarar todas tus dudas si puedes consumir morcilla, morcilla de arroz o morcilla de burgos.
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¿Por qué es una mala opción?
En el embarazo, la madre debe evitar consumir carne cruda o poco cocida, ya que en ellas pueden estar presentes diversas bacterias. Al igual que en relación a los embutidos como la morcilla, el chorizo y la longaniza se debe tener sumo cuidado.
Por ello, a los ginecólogos obstetras les preocupa que sus pacientes incluyan la morcilla en su dieta; puesto que se corre el riesgo de sufrir infección por toxoplasmosis o listeriosis.
Definitivamente es una mala opción porque se trata de una de las pocas infecciones que tienen la capacidad de atravesar la placenta; lo cual representa una alta probabilidad de que el bebé contraiga la infección también.
Luego de producirse la infección en la mujer y el feto, existe un alto riesgo de sufrir abortos espontáneos, partos prematuros e incluso malformaciones congénitas.
¿En qué forma consumir morcilla?
Como mencionamos anteriormente, la morcilla en el embarazo es uno de los alimentos considerados como poco seguros para la mayoría de las mujeres. Por esta razón, los ginecólogos y expertos de la salud recomiendan evitar su consumo, no obstante, no está completamente prohibido. Así que te diremos en qué forma puedes consumirla.
En los mercados existe gran variedad de morcillas como la morcilla peruana, morcilla ecuatoriana, morcilla argentina y muchas más; las cuales se recomiendan evitar a toda costa.
Aunque si tienes antojo de comer morcilla, te recomendamos que te asegures de consumir alguna que compruebes que esté conservada, almacenada, procesada y cuidada de forma apropiada.
Las morcillas forman parte de los embutidos secos y semisecos, es decir, se curan con sal y nitrito de sodio, luego se fermentan y se secan. Por lo tanto, no atraviesan ningún proceso de cocción.
Si deseas comerlas, te recomendamos que las cocines, las pongas a freír, las ases o las metas al horno para asegurarte de matar cualquier tipo de bacteria o parásito que pudiera estar presente.
Cantidad de morcilla que puedes comer estando embarazada
En primer lugar, antes de leer y seguir cualquier recomendación que pudiésemos darte, tienes que recurrir a tu médico especialista. El ginecobstetra será el encargado de decirte si puedes incluir las morcillas o no en tu dieta de gestación.
Existen ocasiones en las que algunas opciones son consideradas como seguras, sin embargo, están contraindicadas para tu caso específico. Ahora bien, desde nuestro blog, recomendamos que moderes y evites lo más posible el consumo de la morcilla.
Así que la cantidad que consumas debe ser tan limitada como comerla cada tres meses con los cuidados previos porque corres el riesgo de contraer la infección por toxoplasmosis. De igual manera, no puedes olvidar que los embutidos poseen alto contenido graso y en sal, lo cual es perjudicial para la salud.
En conclusión, estos alimentos son prácticamente poco o para nada nutritivos, con un aporte elevado de grasa y sodio y, en realidad, poquísimos nutrientes. Por este motivo, recomendamos previamente consultar a tu médico sobre las porciones y cantidades semanales que debes comer morcilla de acuerdo a tu estado de salud, condición física y más.