El pescado es un alimento nutritivo que aporta ácidos grasos y omega 3 de forma natural al cuerpo. Es una carne blanca que contiene grasas buenas que son fáciles de oxidar y se transforman en combustible para el organismo. Según un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, gracias al ácido docosahexaenoico (DHA) -que viene en el pescado- los niños tienen la habilidad de desarrollar aún más sus capacidades intelectuales.
Sin embargo, no es recomendable el consumo de todos los pescados durante el embarazo, la lactancia o la infancia del niño. Algunos de ellos tienen una dosis importante de mercurio, componente que puede ser perjudicial para la salud del bebé; sobre todo, cuando se está embarazada. En este contexto, muchas gestantes se preguntan si se puede comer merluza durante el embarazo. En las siguientes líneas vamos a contarte todo sobre la merluza, los pros y contras de consumirlo en el proceso de gestación.
¿Se puede comer merluza en el embarazo?
La merluza es un pescado blanco de agua salada de cuerpo alargado y estrecho. Aunque en los mares habitan distintas especies, la más común se reconoce como merluza europea y es, además, considerada como la carne más exquisita para degustar. Es un pescado que aporta energía, fibra y una amplia variedad de vitaminas y minerales ideales para el desarrollo del bebé.
Gracias a los aportes antes mencionados, se considera que la merluza sí es una buena opción de alimento durante el embarazo. Hasta el momento, no existe una base científica que desestime el consumo de este pescado durante la gestación. Todo lo contrario, al igual que el resto de los peces de carnes blancas están recomendados y se consideran alimentos saludables para la madre y el bebé.
Ante cualquier duda respecto a tu salud y el consumo de la merluza, te invitamos a consultar con tu médico. Solo un profesional puede establecer una dieta específica y beneficiosa para ti. Sin embargo, este alimento no resulta peligroso para el desarrollo del bebé.
¿Por qué es una buena opción?
La merluza, así como cualquier otro pescado blanco, es recomendado para el embarazo porque no contienen mercurio. Además, están hecho ácidos grasos, omega 3 y una serie de suplementos vitamínico del complejo B que resultan indispensable para el desarrollo saludable del bebé.
Como mencionamos previamente, el consumo de pescados blancos también potencia la capacidad intelectual del niño gracias a sus ácidos grasos, es una opción bajísima en grasas, con altos niveles de fibra y proteínas. Es decir, contiene todos los elementos necesarios para considerarse dentro de un menú saludable.
Otras opciones recomendadas para comer durante el embarazo son:
- Almejas.
- Langostas de río.
- Salmón.
- Sardinas.
- Ostras.
- Arenque.
- Anchoas.
- Abadejo.
Todas estas alternativas previamente mencionadas, adicionales a la merluza, acumulan una bajísima cantidad de mercurio y se consideran saludables para el embarazo.
¿Qué pescados no son buena opción durante el embarazo?
Pese a ser una opción saludable para el embarazo, no todas los pescados resultan ser ideales durante este proceso. Sobre todo, aquellos que están compuestos por carnes rojas, ¿por qué? porque tienen una alta cantidad de mercurio, el cual resulta peligroso para la gestación.
Algunas especies que debes evitar son:
- Pez espada.
- Tiburón.
- Atún rojo en cualquier versión: fresco, en filete o en latas.
- La anguila.
- La caballa.
- El bacalao.
- La lubina.
- El mero.
Estas son solo algunas especies que debes evitar si estás tratando de quedar embarazada, durante el embarazo, la lactancia y hasta que el niño tenga hasta los cinco años. La razón más importante para abandonar estas especies es el mercurio que contiene la carne. Este componente es altamente tóxico y se adhiere fácilmente a la grasa.
En el embarazo, el mercurio puede atravesar la placenta y alterar el desarrollo neuronal del bebé. En consecuencia, el niño puede presentar problemas para el aprendizaje, daños en el cerebro, pérdida del oído y daño en el sistema nervioso.
¿En qué forma consumir merluza?
Los pescados de carnes blancas acumulan menos factores de riesgos, por lo que puedes tener una dieta segura con ellos. Sin embargo, te recomendamos que sea una preparación bien cocida. Es decir, bajo ningún contexto puedes consumirlo en platillos crudo o semi crudo.
La merluza puedes degustarla al horno, a la plancha, cocida o de cualquier otra versión donde esté bien cocinada. También es indispensable que haya estado varias semanas congelada para acabar con los parásitos que sobreviven en su piel.
¿En qué forma no comer merluza?
Aunque estamos ahondando sobre los beneficios del pescado blanco, es importante considerar que no todos los pescados son buenos durante el embarazo. Aquellos en versiones saladas, ahumadas o marinadas tienen un alto riesgo de poseer el parásito anisakis. En este contexto, se recomienda evitarlos durante el embarazo.
Como hemos mencionado previamente, algunas versiones de pescados no son recomendables en el embarazo. Consumir sushi o sashimi -que es básicamente pescado crudo- está totalmente prohibido. No significa que sean malos en sí mismos, sino que alteran las posibilidades de infección o de tener insectos que se alojan en la carne cruda.
El parásito anisakis puede estar en pescados azules y blancos. La recomendación para disminuir los índices es cocinarlo bien. Dejar que dore por todos lados, así como mantenerlo congelado para matar cualquier parásito que pueda sobrevivir en él.
Cantidad de merluza que puedes comer estando embarazada
Según las recomendaciones médicas, la merluza puede consumirse en solo dos o tres porciones por semana si estás embarazada o lactando. Sin embargo, te recomendamos previamente consultar a tu médico sobre las porciones y cantidades semanales que debes comer pescado de acuerdo a tu estado de salud, condición física y más.