Después de los 9 meses de embarazo, el parto y todos los cambios que habrán en nuestra vida, el primer mes del bebé puede resultar agotador.
Hay mucha información sobre los cuidados de un recién nacido, y posiblemente, habremos leído varios artículos. Pero la verdad es que cuando llegamos a casa con nuestro bebé, podemos bloquearnos y no saber qué hacer.
En este artículo, repasaremos algunas recomendaciones que pueden ayudar a los padres primerizos a sentirse seguros sobre el tipo de cuidados que requiere un recién nacido.
Pedir ayuda después del parto
Los amigos y familiares con hijos, pueden ser de gran ayuda durante las primeras semanas del bebé. Estos pueden darnos información y contarnos su experiencia.
En algunos hospitales existen especialistas en lactancia neonatal que pueden ayudarle a empezar a darle el pecho o el biberón al bebé.
Las enfermeras también pueden ser una fuente de información. Estas pueden mostrarnos como sostener, transportar, cambiar los pañales y cuidar del bebé. Debemos preguntar cualquier duda que tengamos al respecto.
Manipular al recién nacido
No siempre se tiene experiencia manipulando a un recién nacido. En estos casos, no debemos intimidarnos por su fragilidad. Hay algunos pasos que deberíamos seguir:
- Tener las manos limpias antes de manipular al bebé. Durante el primer mes su sistema inmunológico no se ha desarrollado del todo y es fácil que contraigan enfermedades.
- Debemos tener especial cuidado en sostener la cabeza y el cuello del bebé.
- No zarandear al bebé recién nacido. Hacerlo de forma enérgica podría causarle una hemorragia cerebral e incluso la muerte. Si necesita despertarlo, hágale cosquillas en los pies o sople suavemente en sus mejillas.
- Asegurarse de que esté bien sujeto cuando lo transporte en cochecito o silla para bebé.
- No jugar de forma brusca con el recién nacido (por ejemplo, lanzarlo al aire).
Vinculación con el bebé
Durante las primeras horas y días del bebé se crea un fuerte vínculo entre el recién nacido y los padres. El apego además de favorecer el desarrollo emocional, también repercute en el desarrollo de otros aspectos, como el crecimiento físico.
El contacto físico con el bebé es fundamental durante este primer mes. Las caricias o los masajes para bebés, deberán realizarse con suavidad.
Para estimular la audición del recién nacido, podemos hablarles, ponerles música, o bien, utilizar los clásicos sonajeros.
Pañales
En cuanto a los pañales, puede elegir usar pañales desechables o de tela. Al bebé se le cambia de pañal aproximadamente 10 veces al día.
Antes de cambiarlo debemos asegurarnos de tener a mano todo lo que necesitamos, para evitar dejar al bebé solo.
Coloque al bebé boca arriba y limpie con agua o toallitas la zona genital y anal del bebé. Para eliminar o prevenir la dermatitis producida por el pañal, podemos aplicarle una pomada o crema en el área afectada.
La dermatitis producida por el pañal es muy habitual. Se trata de una erupción de granitos rojos. Suele desaparecer al cabo de unos días aplicándole una pomada o crema, baños calientes y dejando al bebé sin pañales durante cierto tiempo.
Prevenir y curar la dermatitis:
- Cambiar con frecuencia los pañales y lo antes posible después de las deposiciones.
- Después de limpiar la zona con agua y jabón o una toallita desechable, aplique una crema o pomada.
- Si usa pañales de tela, lávelos con un detergente sin colorantes ni perfume.
- Dejar al bebé sin pañales lo máximo posible.
Aseo
Al recién nacido se le debe asear usando una esponja húmeda hasta que se le caiga el cordón umbilical.
Durante el primer mes, debemos evitar el uso de jabones que pueden irritarle la piel, usaremos agua templada y una esponja suave. Existen algunos jabones específicos para bebés recién nacidos, sin perfume, pero es preferible no usarlos, al menos en las primeras semanas de vida del bebé.
- Aseo con esponja: con la esponja mojada en agua templada asearemos al bebé. También se pueden usar toallitas húmedas, para limpiar ojos, nariz y orejas. La piel de un recién nacido es muy delicada, por lo tanto, no debemos apretar y frotar con fuerza. Después de asearlo, asegurarse de que está bien seco, colocaremos un pañal limpio y la ropa.
Si el bebé ya está preparado para bañarse, los primeros baños deberían ser suaves y breves. En el caso de que el bebé se muestre alterado durante el baño, podemos asearlo con esponja una o dos semanas más.
- Baño en bañera: desnudamos al bebé y rápidamente lo metemos en la bañera con agua templada. Sujetamos la cabeza con una mano y el cuerpo con otra. Empezamos metiendo los pies en el agua y poco a poco el resto del cuerpo. Usaremos una toallita o manopla para lavar la cara y el pelo. Durante el baño, iremos echándole agua sobre el cuerpo para que no se enfríe. Para terminar, envolvemos al bebé en una toalla o albornoz y lo secamos bien.
Cuidado de prepucio y el cordón umbilical
La extirpación del prepucio en los varones recién nacidos, puede evitar ciertos problemas posteriores. En cuanto a los cuidados, la punta del pene del bebé deberá de estar cubierta de vaselina para evitar que el pañal se adhiera a la herida. Cuando se cambie el pañal, se debe limpiar suavemente con agua tibia y luego aplicarle de nuevo la vaselina.
El pene estará rojo e irritado, pero esto deberá remitir en pocos días. Si el enrojecimiento o inflamación aumentan, se formarán pequeñas vesículas de pus en el pene, la herida podría haberse infectado y se deberá acudir al pediatra inmediatamente.
El cuidado del cordón umbilical es importante. Este suele caerse solo entre 10 días y 3 semanas después del nacimiento. La zona del ombligo no se debería sumergir en agua hasta que el cordón umbilical se desprenda y el ombligo esté totalmente curado.
Algunos médicos recomiendan desinfectar el área con alcohol en cada cambio de pañales, pero otros recomiendan no tocar el ombligo del recién nacido y dejar que se cure solo. Hable con el pediatra y que le aconseje al respecto.
Alimentación
El bebé necesita alimentarse muy a menudo, independientemente de que haya decidido darle el pecho o el biberón. Por lo general, se recomienda alimentar al bebé cuando este lo pida, a esto se le llama, «alimentación a demanda». Normalmente, el bebé llora o se lleva los dedos a la boca.
Un recién nacido necesita alimentarse cada 2 o 3 horas. Si ha elegido darle el pecho deberá darle cada pecho durante unos 10 a 15 minutos. En el caso de haber elegido el biberón, tomará entre 60 y 90 mililitros en cada toma. Si el recién nacido no reclama comer, deberá de consultarlo con un pediatra.
Cuando los bebés comen tragan aire, esto puede provocarles molestias. Para evitarlo, debemos hacerles eructar después de cada toma.
¿Cómo hacer eructar al bebé?
- Colocar al bebé en posición erguida y con la cabeza sobre su hombro. Sujetar la cabeza y la espalda, mientras se le dan suaves palmaditas.
- Acostar al bebé boca abajo y sujetarle la cabeza. Darle palmaditas o frotarle la espalda.
El sueño
Por lo general, los bebés duermen unas 16 horas al día, en períodos de entre 2 a 4 horas, dependiendo del bebé. El recién nacido necesita comer cada cierto tiempo y si duerme más de 4 horas seguidas, quizás tendrá que despertarlo para que pueda alimentarse.
Acueste el bebé boca arriba o ligeramente ladeado. Elimine cualquier objeto blando de la cuna del bebé para que no pueda engancharse ni asfixiarse con ellos. Al acostarlo boca arriba la cabeza se deberá de colocar hacia un lado, alterne el lado.
Si no queremos que el bebé esté más activo durante la noche, debemos crear un entorno relajado y no estimularlo demasiado. Una luz tenue y reducir el ruido ayudará a que el bebé duerma más tiempo seguido (aunque no deberá de hacerlo más de 4 horas seguidas).