Todo lo que necesitas saber sobre la Maniobra de Hamilton

Normalmente la duración del embarazo está comprendida entre las 37 y las 42 semanas, pero la mayor parte de las mujeres suelen entrar en labor de parto a las 40 semanas. Sin embargo, en algunas ocasiones puede ser necesario interrumpir el embarazo antes para resguardar la salud de la madre y del bebé, y es allí donde surge la Maniobra de Hamilton.

Los problemas comunes por los que se debe interrumpir el embarazo, suelen ser diabetes mal controlada, insuficiencia placentaria o preeclampsia. En todo caso, esta técnica aún genera controversia al aplicarla, puesto que un mal uso de la misma puede provocar el parto antes de tiempo.

Así que, te invito a que sigas leyendo para conocer más al respecto de esta técnica.

maniobra de hamilton, todo lo que debes saber sobre ella

¿Qué es la Maniobra de Hamilton?

Se trata de una técnica mecánica en la cual se induce el parto mediante un tacto vaginal. En este proceso se alcanza el cuello uterino, que es el lugar donde está adherida la bolsa amniótica. Consiste en que la matrona o el ginecólogo introduzcan el dedo por el orificio del cuello del útero haciendo un movimiento circular con la punta del dedo.

De esta forma, se va despegando la bolsa del borde interno del cuello uterino. Este procedimiento produce que el cuerpo libere prostaglandinas, que son las que dan inicio a las contracciones del parto.

Se trata de una intervención que es completamente ambulatoria, y que no requiere de ninguna preparación previa. Una vez que se realiza la maniobra podrás irte a casa. Esta es una maniobra que puede llegar a ser bastante molesta puesto que genera bastante incomodidad y puede llegar a causar dolor.

La vagina cuando se realiza el tacto ejercerá resistencia al paso del dedo del profesional, por lo que llega a ser bastante incómodo. Por este motivo, lo mejor es respirar profundamente para que tu cuerpo se relaje y no mantener tus piernas en tensión. Es una maniobra que durará como mucho un minuto, pero debes estar preparada y relajada.

Paso a paso de la maniobra de Hamilton

Para resumir la maniobra de Hamilton en unos sencillos pasos, podremos hacerlo de la siguiente manera:

  • La mujer se pone en posición para la consulta de tacto vaginal.
  • Se introduce el dedo índice del profesional en el canal cervical hasta tocar la bolsa amniótica.
  • Se procede a hacer un movimiento circular en el que se separan las membras, con la finalidad de que se despeguen del útero.
  • Una vez sueltas las membranas, se retira el dedo del canal vaginal, y la embarazada puede retornar a su hogar, teniendo en cuenta que en las próximas 48 horas podría desencadenarse el parto.

Si deseas conocer un poco más te invito a que veas este vídeo:

¿Cuánto tarda en hacer efecto?

Cuando la Maniobra de Hamilton es un éxito, normalmente se desencadenará el parto a lo largo del día o en la noche de ese mismo día. Si no llega a suceder, algunos profesionales aconsejan repetir la maniobra pasados unos días, mientras que otros optan por la inducción farmacológica.

Se debe tener en cuenta que, repetir la maniobra no es un aval de que esta vaya a funcionar, por lo cual, la recomendación médica es pasar a los fármacos si no funciona la maniobra. El tiempo que se decida esperar dependerá en gran medida de cada mujer, del motivo de su inducción y del estado de salud.

¿Qué riesgos tiene la Maniobra de Hamilton?

Una vez que se aplica esta técnica será posible que manches un poco de flujo rosado o sangre marrón. Esto se debe a que el cuello del útero está muy vascularizado y por lo general algún capilar sanguíneo se romperá al manipularlo.

Si el sangrado no es abundante y continuo, se considerará que está dentro de la normalidad. Por otra parte, un riesgo que puede surgir de esta técnica es que se rompa la bolsa amniótica después de realizarla.

En estos casos, si transcurren unas horas y el parto natural no inicia, se deben usar fármacos para inducirlo. Ten presente que la bolsa amniótica es la que protege al bebé de cualquier tipo de infecciones, por lo que si se rompe no se debe continuar con el embarazo, porque el bebé estará expuesto a infecciones.

¿Cuándo no se debe hacer?

Si una mujer no ha comenzado a dilatar, y tiene un cuello duro y muy posterior, es probable que la Maniobra de Hamilton no surta ningún efecto. Esto debido a que puede exponer a la mujer a riesgos que no compensan.

Pero, si el cuello está empezando a dilatar, está blando y se está acortando, se darían las condiciones ideales para aplicar esta técnica. Sin embargo, debes tener en cuenta que esta maniobra se desaconseja en embarazadas que presenten las siguientes condiciones:

  • Sangrado vaginal activo.
  • Placenta previa, debido a que conlleva a un riesgo de desprendimiento de placenta.
  • Se tienen menos de 40 semanas de embarazo.
  • Si se hace un test de Bishop, y la puntuación es menor a 4.

Sin embargo, en algunos casos se han omitido estas contraindicaciones por parte de los profesionales. Esto ha conllevado a que la Maniobra de Hamilton tenga muy mala fama, pero se debe especialmente a un mal empleo de esta técnica.

Algunos profesionales en la última consulta del embarazo realizan esta maniobra para intentar que no se pase la fecha del parto. Esto incluso si no existe ningún diagnóstico que implique la necesidad de inducirles el parto.

¿La evidencia científica respalda la Maniobra de Hamilton?

Esta es una técnica que existe desde hace mucho tiempo, pero pese a ello no se ha investigado mucho sobre su eficacia. No se sabe el porcentaje de éxito que en realidad tiene esta técnica porque no existen datos que sean claramente concluyentes.

Aunque no existe mucha evidencia al respecto, es una técnica que se aplica con bastante frecuencia, y es aplicada por los profesionales basándose en su propia experiencia. Lo más importante es conocer el estado del cuello uterino de la mujer para saber si la maniobra tendrá éxito o no.

Para determinar el estado de la embarazada, se debe hacer una exploración vaginal, y se usa el test de Bishop, donde se evalúan los siguientes puntos:

  • Dilatación del cuello uterino.
  • Borramiento, el cual es el acortamiento del túnel del cuello.
  • Consistencia y posición del cuello del útero.
  • Encajamiento de la cabeza fetal.

Esta prueba se mide en puntuaciones que van del 0 al 4, y si está por debajo del 4 no se aconseja aplicar la Maniobra de Hamilton porque lo más probable es que no surta efecto.

¿Es necesario el consentimiento de la embarazada?

Según la legislación española, se establece que para hacer este procedimiento se debe tener un consentimiento por escrito u oral. Nunca se debe aplicar el procedimiento a una embarazada que no haya dado su consentimiento, porque se estaría violando la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, donde se regula la autonomía y derechos del paciente.

Esto quiere decir que la mujer debe aceptar someterse a esta técnica, siempre que se reciba toda la información pertinente al respecto. Se debe aclarar el nombre, la finalidad, en qué consiste y si existen algunas alternativas para que la embarazada pueda tomar su propia decisión.

Sin embargo, son muchos los casos en los que no se informa adecuadamente sobre la técnica a la mujer. Además, no explican los riesgos que puede conllevar hacer esta técnica, por lo que ese estaría incumpliendo con los requisitos del consentimiento.

Es importante saber que, este consentimiento se puede revocar en cualquier momento, y al mismo tiempo rechazarla no quiere decir que no puedas aceptarla más adelante cuando estés segura de ello.

¿Es conveniente aplicar la Maniobra de Hamilton?

La documentación médica aconseja utilizar la Maniobra de Hamilton, como un paso previo antes de intentar utilizar el uso de medicación. Está aconsejada para los casos en los que se debe inducir el parto cuanto antes, siempre que la embarazada cumpla con los criterios establecidos para someterse a la misma.

Es una buena alternativa para reducir los posibles efectos adversos derivados de la inducción farmacológica. Pero, debes considerar que esta técnica duele en algunos casos, y puede llegar a ser bastante molesta, en especial porque no todos los casos son iguales.

Pero, el uso de esta maniobra en mujeres que no requieren una inducción ha hecho que exista u rechazo generalizado ante esta maniobra. Pero, si se aplica de una forma correcta se puede conseguir un parto más corto y que tendrá menos complicaciones que uno inducido con fármacos.

Lo mejor que puedes hacer es consultar a un profesional que esté altamente cualificado, y que te permita aclarar todas las dudas que tengas. No te vayas a quedar con ninguna duda sobre el procedimiento, y asegúrate de que esta técnica es la indicada para ti y para tu bebé. Recuerda que, al final la decisión de aplicar la Maniobra de Hamilton es completamente tuya, por lo que debes considerarlo muy bien, y así tendrás la certeza de hacer lo indicado.

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