La lactancia materna es la forma natural de amamantar a nuestros bebés, pero eso no significa que siempre sea fácil. Sobre todo si eres madre primeriza, todo se te hará un mundo y te costará mucho más. No desesperes, todo tiene solución.
1. Mi bebé no succiona
Este es un problema muy común. ¿Cuál es la solución? Contacto piel con piel.
Es la cura mágica para los bebés que no succionan y también ayuda con otros problemas. Desnúdate de cintura para arriba y descubre tu bebé hasta el pañal. Ponte en una postura cómoda, ligeramente inclinada, con tu bebé sobre el pecho. Quizás te pueden ayudar los cojines de lactancia.
Cuando tu bebé esté preparado, buscará tu pezón y comenzará a succionar.
2. Mi bebé se duerme a los pocos minutos de enganchar el pecho, ¿sigue mamando?
La mejor forma de despertar a tu bebé y que siga mamando es llenarle un poco la boca de leche. Aprieta un poco tu pecho, sin hacerte daño, y tu bebé responderá succionando y tragando. Mover cuidadosamente la barbilla de tu bebé también puede hacer que siga con el movimiento de succión.
3. La succión me duele
Algunas mujeres, entre las que me cuento, pueden notar cierta sensibilidad o molestia, pero no debe de ser doloroso en exceso. Ese tipo de dolor, puede significar que el bebé no tiene la boca lo suficientemente abierta en los primeros momentos de la toma.
La barbilla de tu bebé debe estar pegada a tu pecho y su cabeza debe estar echada un poco hacia atrás de forma que la nariz le quede despejada. Asegúrate de que no tienes la mano justo detrás de su cabeza, eso puede entorpecer la lactancia.
4. Tengo los pezones enrojecidos, me duelen entre tomas y noto pinchacitos en el pecho
Es el momento de hablar con tu médico, matrona o ayudante de lactancia, ya que pueden ser síntomas de síntomas de aftas, una infección por un organismo llamada Candida albicans. El bebé también puede tener esta infección en la boca o en su trasero, por lo general, ambos necesitan tratamiento. Un remedio de venta libre, que a menudo es útil, es la violeta de genciana, para limpiar los pezones de la madre justo antes de alimentar al bebé (para que el bebé reciba también el tratamiento) una o dos veces al día durante tres o cuatro días.
La violeta de genciana está disponible en las farmacias; pide una solución al 1% y recuerda puede teñir permanentemente de púrpura cualquier ropa o tejido que toque. No te alarmes, los labios y la boca del bebé se vuelven de color púrpura también. Tu médico también puede recomendar medicamentos con receta si el violeta de genciana funciona.
5. Mi bebé se pasa el día mamando
Esto puede ser perfectamente normal. Los bebés tienen un estómago muy pequeño, por lo que lo llenan muy rápido, pero también necesitan mucha cantidad de nutrientes, ¡tienen que doblar su peso en 6 meses!
¿Qué puedes hacer tú? Comer también. Algunas madres tienen menos capacidad que otras para conseguir el volumen de leche necesario, así que el bebé toma hasta donde puede, y luego necesita volver a comer.
Si el bebe está ganando peso de forma normal, ensucia un par de pañales al día y tus pezones no están dañados, no pasa nada, tan solo es la forma que tiene tu bebé de mamar. Si tu bebé no gana peso al ritmo adecuado, consulta con tu pediatra.
6. Mi bebé se asfixia al tragar y siempre parece inquieto al mamar
Algunas madres producen más leche de las que sus bebés necesitan y, a menudo, la leche fluye tan rápido y con tanta fuerza, que es como si el bebé estuviese tratando de beber de una manguera de bomberos. Estos bebés suelen tener deposiciones verdes y espumosas.
Un par de trucos que pueden funcionar: tratar de cambiar de lado cada dos o tres minutos, para igualar el flujo. Si esto no ayuda, trata lo que se llama «alimentación en bloque:» Elige un bloque de tiempo, digamos unas cuatro horas, y cada vez que el bebé quiera alimentarse durante ese tiempo, le das el pecho izquierdo. El pecho derecho se quedará bastante lleno, pero esa es la idea, si el pecho está lleno, generará menos leche. Luego, cambia y utiliza el otro pecho para las siguientes cuatro horas.
7. Mis pechos están hinchados e inflamados
Esto sucede normalmente cuando la producción de leche tarda hasta tres días tras el nacimiento del bebé. El dolor y la hinchazón pueden ser peores de lo normal si te pusieron líquidos por vía intravenosa durante el parto. Puede tener edemas (hinchazón causada por el líquido de tu cuerpo) en el tejido del seno, así como exceso de leche.
Unas hojas de col limpias por dentro del sujetador entre las tomas, pueden ayudar a reducir la hinchazón. También puedes utilizar tus dedos para presionar el tejido lleno de líquido alrededor del pezón y enganchar el bebé inmediatamente. La lactancia frecuente o la extracción manual te ayudarán a aliviar el malestar. Evita el uso de las bombas que harán que tengas más fluido en el pecho.
8. Se me están agrietando los pezones
Aunque hayas oído esto muchas veces, no significa que sea normal. Lo primero que veces hacer, es intentar mejorar la succión de tu bebé. El problema suele ser la anatomía de la boca de tu bebé. Por ejemplo, puede tener el frenillo apretado, lo que puede restringiendo el movimiento de la lengua e impidiendo un buen agarre. O puede que tengas una infección en el pezón y necesitas tratarla. Llama a tu médico y coméntale tu situación.
9. Tengo una zona de mi pecho bastante sensible, ¿qué puede ser?
Podría ser un conducto obstruido. Hay una serie de causas posibles para esto, pero la cura es la misma: conseguir que la leche fluya de nuevo en esta área. Trata de colocar al bebé para que la barbilla apunte hacia el área sensible al tacto y da un masaje en la mama, mientras el bebé se alimenta. Aplica calor entre las tomas. Si persiste, consulta a tu matrona o médico acerca de tratamientos con ultrasonido.
10. Tengo un grano rojo y doloroso en el pecho
Un conducto obstruido no resuelto o un pezón dañado o agrietado, puede convertirse en una mastitis o infección de pecho. Trátalo como un conducto obstruido, con tomas frecuentes, masajes generosos y calor. Intenta descansar todo lo que puedas. Si no hay mejora en 24 horas, o te vienen fiebres, deberías consultar con tu médico.
11. He notado un punto blanco en mi pezón que me duele bastante
Esto se conoce como perla de leche y es causada por capas de piel que forman sobre la abertura del conducto y la leche se queda atrapada tras ellas. Notarás como si tuvieses un gran grano de arena o un trozo de vidrio pegado en el pezón y puede hacer dolerte bastante.
Puedes mantener la lactancia y masajear la perla para tratar de expulsarla. Puede que sea necesario para esterilizar una aguja y perforar la piel sobre la ampolla para permitir que el bloqueo se libere y haya flujo de leche.
12. Mis pezones se quedan blancos tras dar el pecho a mi bebé y noto cómo laten
Es un vasoespasmo causado por el cambio repentino de temperatura que sufre el pezón, desde la cálida boca de bebé al aire frío. También se conoce como fenómeno de Raynaud. La sangre fluye fuera del pezón de forma abrupta lo que causa la blancura y el dolor. Trata de aplicar una toallita húmeda caliente sobre el pezón, o date un masaje con aceite de oliva en el pezón para que la sangre fluya hacia atrás.
13. Tras la toma, mi bebé echa leche, ¿está comiendo suficiente?
Muchos bebés echan un poco de leche tras sus tomas. En algunos casos, incluso echan bastante leche. Si tienes una bajada de leche importante, tu bebé simplemente podría estar recibiendo demasiada leche y ésta es la forma que tiene de deshacerse de ella. Si tu bebé es un «escupidor feliz», es decir, que escupe, pero no parece angustiado y gana peso, no te preocupes, sólo tendrás que tener siempre una toalla a mano.
Si tu bebé está echando leche, no aumenta de peso o vomita con tanta fuerza que la leche sale a varios pies de distancia, consulta con tu pediatra para descartar problemas médicos.
14. Mis pechos parecen estar secándose
Esto les suele pasar a muchas mujeres 6 o 10 semanas dando el pecho y suele ser motivo de preocupación, cuando en realidad, esta producción oscilante de leche, suele ser una buena señal. Esto significa que tu pecho se adapta a las necesidades alimenticias de tu bebé.
En lugar de estar llenando constantemente el pecho, la leche solo fluye cuando se acercan las horas de las tomas. Como siempre, si tu peque gana peso y sus pañales están “cargaditos”, significa que todo va bien.
15. ¡Mi bebé me muerde los pezones!
A muchos bebés les gusta probar sus encías o sus dientes de vez en cuanto, pero para nosotras es algo horrible. Si te pasa esto, mejor que tirar, que puedes hacerte más daño, los expertos debes cerrarle un poco la entrada de aire a tu bebé con tu pecho. De esta forma, respirará por la boca, liberándote el pecho.
Si estás atenta cuando tu pequeño está mamando, tal vez puedas detectar el momento en el que aparta la lengua para morder. Ten un dedo cerca de su boca para bloquear la mordida y que te no haga daño en el pezón.
Sé que es un dolor muy desagradable, pero sé comprensiva, no pretenden hacerte daño.