La diabetes es la segunda enfermedad crónica más común en la infancia. Antes era una enfermedad poco frecuente en los más pequeños, pero con el crecimiento de los casos de obesidad infantil y los malos hábitos, como el estilo de vida sedentario y una alimentación poco saludable, la diabetes infantil es cada vez más frecuente en los niños.
Aunque la diabetes tipo 1 en niños requiere atención constante, los avances en el control de azúcar en la sangre y la administración de insulina ha mejorado la gestión diaria de la dieabetes en niños.
Síntomas
Los síntomas se desarrollan en pocas semanas. Entre ellos se incluyen los siguientes:
- Aumento de la sed y micción frecuente. Esto es causado por la acumulación de azúcar en el torrente sanguíneo, puesto que la falta de insulina impide que el azúcar sea transportado a las células del cuerpo para convertirlo en energía. Como consecuencia de ello, el niño puede presentar más sed de lo habitual y orinar con frecuencia.
- El niño también puede mostrarse más hambriento de lo normal.
- Pérdida de peso. A pesar de comer más de lo habitual el niño puede perder peso. Sin la energía necesaria los tejidos musculares y las reservas de grasa se encogen. Con frecuencia, la pérdida inexplicable de peso es el primer síntoma que se detecta en los niños.
- Fatiga. Cuando las células se ven privadas de azúcar, los niños pueden sentirse cansados y fatigados.
- Irritabilidad o comportamiento inusual.
- Visión borrosa. Si el azúcar en sangre del niño es demasiado alto, puede que tenga visión borrosa y sea incapaz de ver con claridad.
- Infección causada por levaduras. Las niñas con diabetes tipo 1 puede desarrollar una infección por levaduras en los genitales y los bebés pueden desarrollar dermatitis del pañal.
Si detecta cualquiera de los síntomas anteriores debe consultar con el médico de su hijo para realizarle las pruebas necesarias.
Causas
La causa exacta de la diabetes tipo 1 se desconoce. Pero los científicos saben que algún tipo de bacteria y virus destruyen por error las células productoras de insulina en el páncreas. La genética también puede desempeñar un papel importante y la exposición a ciertos virus pueden desencadenar la enfermedad (1).
Factores de riesgo
No hay muchos factores de riesgo conocidos para la diabetes tipo 1. Algunos de los conocidos son (2):
- Historia familiar. Cuando hay algún miembro de la familia tiene diabetes (padres o hermanos) el riesgo de que el niño desarrolle esta condición es ligeramente mayor.
- La presencia de ciertos genes indica un riesgo mayor de desarrollar diabetes tipo 1.
Algunos posibles factores de riesgo pueden ser:
- Exposición a ciertos virus.
- Bajos niveles de vitamina D. La investigación sugiere que la vitamina D puede proteger contra la diabetes tipo 1. Sin embargo, la ingesta temprana de leche de vaca, una fuente de vitamina D, se ha relacionado con una mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 1.
Complicaciones
La diabetes tipo 1 puede afectar a casi todos los órganos importantes del cuerpo, como el corazón, los vasos sanguíneos, los nervios, los ojos y los riñones. Pero si los niveles de azúcar en la sangre son controlados y se mantienen dentro de lo que se considera normal, se puede reducir drásticamente el riesgo de complicaciones.
Si los niveles de azúcar en la sangre no están bien controlados, las complicaciones de la diabetes pueden dejar al paciente incapacitado e incluso causarle la muerte.
Pruebas y diagnóstico
Si el médico sospecha de que el niño pueda tener diabetes, se le recomendará realizar ciertas pruebas para detectarla.
La principal prueba para detectar la diabetes infantil es la de medir los niveles de azúcar en sangre de forma aleatoria. Cuando los niveles de azúcar son de 200mg o más, es muy probable que el niño tenga diabetes (2).
Si los resultados de la prueba anterior no detectan la diabetes, pero el médico sigue sospechando que es posible que el niño tenga diabetes por los síntomas que presenta, se puede realizar otra prueba. Esta consistiría en realizar un análisis de sangre (hemoglobina glucosilada o A1C) donde se muestra un nivel promedio de los niveles de azúcar de los últimos dos o tres meses.
Otra prueba que se le puede solicitar, es una prueba de glucemia en ayunas. Se toma una muestra de sangre a primera hora de la mañana después de un ayuno nocturno.
Tras el diagnóstico el niño/a deberá de acudir regularmente a su médico para llevar un control de la diabetes.
Tratamiento
El tratamiento para la diabetes tipo 1 es un compromiso de por vida de monitoreo de los niveles de azúcar en sangre, las inyecciones de insulina, llevar una alimentación saludable y hacer ejercicio físico de forma regular.
A medida que el niño crece, también cambiará su plan de tratamiento para la diabetes. Con los años, el niño puede necesitar dosis diferentes o tipos de insulina. El tratamiento dependerá de la etapa de desarrollo y crecimiento en la cual se encuentre el niño, al igual que de los hábitos de vida que este tenga. Es decir, cantidad de comida que ingiere, actividades que realiza, etc (3).
Monitorizar los niveles de azúcar
Dependiendo del tipo de tratamiento, puede que tenga que comprobar y registrar los niveles de azúcar en la sangre del niño al menos 4 veces al día, o probablemente más a menudo (4). Esto requiere frecuentes pinchazos en los dedos, o en otras partes del cuerpo dependiendo del medidor que se utilice.
Las pruebas frecuentes son la única forma de asegurarse de que el nivel de azúcar se encuentra dentro del rango recomendado por su médico. Hay que tener en cuenta, que este rango puede cambiar a medida que su hijo crece.
Insulina
Cualquier persona con diabetes tipo 1 necesita tratamiento con insulina para sobrevivir. Debido a que las enzimas del estómago interfieren con la insulina que se toma de vía oral, esta no es una opción para bajar los niveles de azúcar en la sangre.
Hay varios tipos de insulina y el médico le recomendará cuál o cuáles usar para que pueda utilizarla durante todo el día y la noche.
Alimentación saludable
No hay una dieta estricta para la diabetes. El niño deberá comer muchas frutas, verduras y granos enteros, aquellos alimentos que son altamente nutritivos y bajos en grasas y calorías.
El dietista o médico de su hijo le sugerirá que toda la familia evite consumir productos animales y dulces. Los alimentos azucarados se pueden consumir eventualmente, si el médico no le ha dicho lo contrario.
Actividad física
El ejercicio físico es importante para todo el mundo. Si su hijo tiene diabetes anímele a practicar cualquier actividad física. La actividad física reduce el azúcar en la sangre y esta disminución puede afectar hasta 12 horas después del ejercicio. Por eso, es probable que tenga que reducir la dosis de insulina antes de que realice una actividad física inusual, o bien, el niño puede comer algo antes del ejercicio.
Prevención
No hay muchas cosas que se pueden hacer para prevenir la diabetes. Pero algunos expertos sugieren que la prevención puede empezar con la lactancia materna, evitando la alimentación artificial, que en ocasiones es rica en azúcares los cuales son innecesarios en esta etapa (5).
Es esencial que los más pequeños de la casa, y en general, toda la familia, lleven una alimentación saludable y realicen ejercicio físico de forma regular. Una vida sedentaria y la mala alimentación no ayudarán a prevenir ni la diabetes ni cualquier otra enfermedad.
Referencias
(1) http://www.netdoctor.es/articulo/diabetes-infantil
(2) http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/type-1-diabetes-in-children/basics/definition/con-20029197
(3) http://guiacolima.com/la-diabetes-en-ninos-infantil-sintomas-causas-tratamiento-prevencion/
(4) http://www.diabetes-cidi.org/es/diabetes-tipo-1/debut/control-glucosa
(5) http://www.guiainfantil.com/salud/enfermedades/diabetes/index.htm