La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito conocido como Toxoplasma gondii. Este organismo se encuentra en todo el mundo y tiende a afectar a aves y mamíferos.
Los humanos se infectan con el parásito de la toxoplasmosis a través del contacto con las heces de animales infectados, por lo general, los gatos. Estos animales adquieren la enfermedad cuando comen roedores o aves infectadas y después pueden pasar la infección a los humanos.
La buena noticia es que:
- Por lo general, la infección suele ocurrir una vez en la vida dejando a la persona inmunizada frente al parásito. De manera que, si ya has tenido la toxoplasmosis, el riesgo de contagio durante el embarazo no tiene peligro.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) calculan que alrededor del 15 % de las mujeres en edad fértil son inmunes a la toxoplasmosis.
¿Cómo puedes contagiarte?
Según el CDC, la toxoplasmosis se puede propagar por:
1. Los gatos pueden infectarse al comer roedores, aves u otros animales pequeños infectados. De manera que el parásito pasa a las heces del gato.
Por ello, es importante evitar estar en contacto con las heces de estos animales durante el embarazo y usar guantes para limpiar la arena o caja donde el gato defeca.
2. Consumir frutas y verduras sin lavar ni pelar.
3. Consumir carnes poco cocidas o tocar carne cruda y no lavarse las manos después.
4. No lavar bien los utensilios de cocina que han estado en contacto con la carne cruda, como los cuchillos o tablas.
5. Beber agua contaminada por el parásito.
6. Recibir una transfusión de sangre contaminada o trasplante de un órgano infectado, aunque esto es muy poco frecuente.
¿Cuáles son los síntomas?
En la mayoría de los casos los síntomas son leves y casi imperceptibles. La única evidencia es la detección de anticuerpos en la sangre.
Algunos de los síntomas son similares a los de la gripe e incluyen:
- Inflamación de ganglios linfáticos, especialmente alrededor del cuello
- Dolores musculares
- Dolores de cabeza
- Fiebre
- Malestar general
- Inflamación de los pulmones
- Inflamación del músculo del corazón
- Inflamación de los ojos
¿Qué daños puede causar en tu bebé?
La toxoplasmosis en el embarazo puede ser potencialmente grave.
Si la mujer contrae la enfermedad por primera vez durante el embarazo, los parásitos pueden afectar al bebé a través de la placenta.
Se estima que, en el 20% de los casos en que la mujer embarazada tiene toxoplasmosis, el bebé también se infecta.
[pull_quote_right]Sin embargo, las consecuencias para el bebé son más graves si ocurre en el primer trimestre. [/pull_quote_right]
Según “webconsultas”, el porcentaje de riesgo de transmisión de la enfermedad al bebé es mayor cuanto más avanzado esté el embarazo; siendo el 15% en el primer trimestre, el 30% durante el segundo trimestres y el 60% en el tercer trimestre.
En la Biblioteca Nacional de medicina de los EE.UU añaden que, hasta la mitad de los fetos afectados con toxoplasmosis nacen antes de tiempo, es decir, de forma prematura.
Los efectos de la toxoplasmosis en los bebés al nacer, dependerán del momento de la gestación en que se produzca la transmisión. Pero, pueden incluir:
- Aborto espontáneo o muerte del feto, si la infección es en el primer trimestre
- Bajo peso al nacer
- Erupciones en la piel
- Daños en el sistema nervioso
- Retraso mental
- Calcificación cerebral
- Daño hepático
- Problemas en los ojos
La mayoría de los bebés que sufren toxoplasmosis congénita, no presentan síntomas al nacer, pero después de meses e incluso años, pueden desarrollar problemas graves.
Según explican en «GeoSalud», a pesar de que el 90% de los niños infectados parecen sanos en el momento del nacimiento. Entre el 80 y 90% desarrollan infecciones oculares peligrosas para la vista meses e incluso años después de nacer.
¿Cómo puedes prevenir el contagio?
Las mujeres embarazadas tienen que tomar precauciones contra la toxoplasmosis. Si una mujer se infecta antes de quedar embarazada, su sistema inmunológico ataca al parásito y hace que sea inofensivo. Los problemas se dan cuando la mujer se infecta por primera vez durante el embarazo.
[quote_box_center]Antes de que la mujer quede embarazada se puede realizar un análisis de sangre llamado Toxo-test, para determinar si ya ha pasado la enfermedad en el pasado. [/quote_box_center]
¿Qué puedes hacer para prevenir la toxoplasmosis?
- Usar guantes cuando se realizan trabajos de jardinería.
- Evitar el contacto con las heces de los gatos. De manera que siempre que sea posible otra persona limpie la arena del gato. Si no es posible la embarazada debe usar guantes y limpiar la arena del gato todos los dias.
- Lavar las frutas y verduras antes de comerlas o cocinarlas.
- No tomar leche o productos lácteos no pasteurizados, ni huevos crudos.
- Evitar tomar agua sin tratar, especialmente en países menos desarrollados.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de manipular carne cruda y antes de las comidas.
- Lavar todos los utensilios que han estado en contacto con carne cruda (cuchillos, tablas).
- No toque tus ojos, boca o nariz cuando estás cocinando.
- No se debe comer carne cruda o poco cocinada, ni embutidos poco curados. Se estima que el 50% de los casos de toxoplasmosis se producen por comer carne cruda o poco cocinada infectada.
¡Importante!
[quote_box_center]El parásito muere cuando se expone a temperaturas superiores a los 65ºC y cuando se congela a -20ºC durante dos días, o bien, a -10ºC tres días. Es decir, que las carnes que hayan sido bien cocinadas o congeladas varios días se pueden comer sin correr riesgo. [/quote_box_center]
Debes saber que:
- Los gatos que no salen a la calle, no comen aves u otros mamíferos difícilmente estarán contagiados con toxoplasmosis. No es necesario deshacerse del gato durante el embarazo, solo se deben tomar ciertas precauciones.
El tratamiento en el embarazo
En el caso de las mujeres embarazadas que contraigan por primera vez toxoplasmosis, puede ser necesario el uso de medicamentos como Pirimetamina, Sulfadiacina y Espiramicina.
El tratamiento es eficaz y seguro para el bebé. Pero, los bebés infectados con el parásito, deben seguir siendo tratados al menos durante el primer año de vida. Es importante que reciban el tratamiento de forma precoz, para prevenir problemas graves como la ceguera o pérdidas de audición, entre otros.