El sueño es importante a cualquier edad. Los niños de entre 3 y 5 años necesitan descansar y además, tiene que acostumbrarse a una nueva rutina, ir al colegio o guardería.
Por lo general, a esta edad duermen entre 11 y 13 horas cada noche. Pueden presentar dificultad para dormirse y despertarse durante la noche es algo común. Esto se debe a las pesadillas y temores nocturnos, puesto que la imaginación está más desarrollada.
Algunos niños a esta edad siguen necesitando la siesta durante el día, pero no debería de exceder las dos horas.
Es probable que los niños a esta edad todavía sientan la necesidad de estar con sus padres y les provoque inseguridad y miedo ir a dormir solos. Por ello, pueden despertar durante la noche algo alterados, ante esto se deberá calmar al pequeño e intentar que vuelva a dormirse.
Mantener un horario regular del sueño
Las rutinas en los horarios comienzan a tomar mayor importancia a esta edad, puesto que están en edad preescolar y deberán cumplir con unos horarios.
Es importante, que los pequeños se vayan a la cama a la misma hora cada día, incluso los días festivos o fines de semana.
Si la hora de ir a la cama es muy tarde, los niños tendrán problemas para estar despiertos en el colegio o guardería y por lo tanto, su aprendizaje e interactuación con el entorno será menor.
Debemos adecuar el horario a las necesidades de nuestro hijo. Algunos niños necesitan más horas de sueño y siesta durante el día, otros no tienen esta necesidad y pueden estar igual de activos con menos horas de sueño.
Rutinas
Crear una serie de rutinas relajantes que terminen en el momento de ir a la cama. Estas no deben ser muy largas y se tienen que evitar las actividades que exciten al menor.
Las rutinas preparan al pequeño para ir a la cama y les dará sensación de seguridad. Por ello, son tan importantes. Los niños saben que el momento de dormir se acerca cuando se comienzan con las rutinas.
Una propuesta a seguir podría ser: un baño relajante, una bebida, un abrazo, leer un cuento, un beso y dar las buenas noches. Esto siempre dependerá de cada niño, algunos niños se relajan con una música suave, abrazando a un juguete o manta. Usted deberá adecuar las rutinas a su hijo.
Dormitorio
El niño debe dormir en el mismo entorno cada noche, en una habitación ventilada, sin ruidos y oscura. No se recomienda tener televisión en el dormitorio de los más pequeños, puesto que esto podría ser un elemento distractor y dificultar el sueño.
Cambiar con frecuencia el mobiliario y decoración del dormitorio del niño puede alterar el sueño. Por tanto, debemos evitarlo siempre que seas posible.
Despertares nocturnos
Si su hijo se despierta alterado por una pesadilla, intente calmarlo. Es preferible, que el pequeño se quede en su dormitorio, con el fin de que se convierta en un ser autónomo e independiente.
Si decide llevárselo a la cama con usted, deberá tener en cuenta que el pequeño se acostumbrará a ello y a la larga será más difícil eliminar este hábito.
Menos horas de sueño
A medida que crecen los niños necesitan menos horas de sueño. Si se despierta muy temprano por la mañana, es probable que se haya acostado demasiado pronto. En este caso, deberá de retrasar un poco la hora de ir a la cama.
Por lo general, los niños se despiertan cuando ya no tienen sueño y han descansado lo suficiente.
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