Todos conocemos el protector solar y o importante que es usarlo, sobre todo para los niños. Pero cuando llegas a la droguería y te enfrentas a un mostrador lleno de botes… ¿cuál escoger? Hay cientos de marcas, coberturas, texturas y mucho más. ¿SPF 15 o 50? ¿UVA o UVB? Es difícil saber cuál es más seguro y adecuado para nuestra familia.
1. Qué diferencia hay entre los protectores minerales y químicos
Los protectores solares pueden ser de dos tipos:
Minerales
Un protector solar mineral es una barrera física sobre la piel y refleja los rayos del sol. Si nos fijamos en la etiqueta, encontrarás óxido de zinc, para evitar los rayos UVA y dióxido de titanio para los UVB. Mezclados con otros ingredientes, se obtiene una cobertura total, mejor que usando sólo dióxido.».
Químicos
Los ingredientes activos como la oxibenzona o el octinoxato, absorben la energía de los rayos del sol en las capas superiores de la dermis, donde se convierte en calor y luego se dispersa en la piel. ¿El problema? Los estudios demuestran que estos filtros solares no sólo penetran en la piel, sino que van más profundo, al torrente sanguíneo. Aunque se desconocen los efectos, se cree que pueden afectar a la salud. «
2. Así que, ¿por qué alguien elige la protección química?
Bueno, algunas de las razones son:
Hay una idea errónea de lo que rodea a lo orgánico
A pesar de que los protectores solares químicos son también conocidos como «orgánicos», no tienen el sentido que los consumidores esperan. No tiene nada que ver con fabricados sin pesticidas. En química, «orgánico» en realidad significa que el producto químico se construye a partir de moléculas de carbono. Nunca verás un protector solar mineral con la palabra «orgánico» en la botella porque no contienen moléculas de carbono.
Facilidad para extenderlo
Una queja común sobre los filtros solares minerales es que, debido a que están hechos de minerales, son más difíciles de extender suave y uniformemente sobre la piel. Por lo tanto, las marcas han reformulado sus soluciones para reducir la cantidad de óxido de zinc para hacerlos más atractivos para los usuarios.
3.¿Significa algo eso de «amplio espectro»?
Hasta hace poco, los protectores sólo protegían contra los rayos UVB, responsables de las quemaduras y rojeces en la piel y se etiquetaban con el famoso SPF. Pero también existen los rayos UVA, que son los culpables del cáncer de piel.
Si un protector pone que es de amplio espectro, significa que el protector va a ofrecer protección contra los rayos UVA y UVB, que son los que causan el daño de la piel. La FDA estableció recientemente que las lociones que protejan contra este tipo de rayos deben usar la etiqueta de ‘amplio espectro’ o «Broad Spectrum» y usar un número de protección 50+.
Otro de los cambios recién aprobados es que los productos que no ofrecen amplio espectro o tienen SPF menor a 15, deben tener una advertencia señalando que dicho producto protege contra quemaduras pero no contra cáncer de la piel u otros daños más graves.
4. ¿Cuánto más SPF mejor?
No necesariamente. Cuando se trata del grado de protección la FDA no para de ajustar sus recomendaciones.
La protección que ofrece un protector SPF 15 es de 93%, SPF 30 es de 97%, y el de SPF 50 filtra un 98%. Pasando de 50, el incremento es insignificante, por ejemplo SPF 70 filtra 98.6%, por eso en muchos países no se encuentran protectores de más de SPF 50.
5. Entonces, ¿qué significa SPF?
Un protector sola SPF 15, indica que tardarás 15 veces más de lo norma en quemarte. Por ejemplo, una piel clara puede estar 10 minutos bajos el sol sin ninguna protección sin quemarse. Entonces, usas un protector del 15, tardarás en quemarte 10×15=150 minutos.
Lo mismo para la piel oscura, pero teniendo en cuenta que se estima que puede estar 20 minutos expuesto al sol sin quemarse.
Esto no quiere decir que puestas estar horas sin echarte la protección. El SPF solo tiene en cuenta los rayos UVB, para conseguir estar protegidos de forma total, se recomienda reaplicar el protector cada 2 horas.
6. Me echo protección, ¿por qué me sigo quemando?
Es complicado dar con una fórmula perfecta para todo el mundo y muchas veces creemos hacer las cosas bien, cuando no es así. Por lo que, si crees que algo falla, comprueba esta lista.
¿Te has echado bastante crema?
Para la mayoría de los adultos, una onza de protector solar, más o menos el volumen de una pelota de golf, es suficiente para cubrir la parte expuesta del cuerpo. Para los niños en trajes de baño, se puede usar la misma cantidad o ligeramente menor si tienen ropa de protección.
¿Te vuelves a aplicar?
Independientemente del filtro de protección que tenga, es necesario volver a aplicar todos los protectores, especialmente cuando estás en contacto con el agua o sudor. Si un protector solar es resistente al agua, eso no quiere decir que resista al agua. Tras secarte, deberás volver a aplicar la crema protectora inmediatamente y otra vez por lo menos cada dos horas.
¿Has leído las instrucciones?
No mucha gente lee la etiqueta y es el paso más importante. Es muy importante saber cómo se debe aplicar correctamente el producto y si el producto está caducado o no.
7. ¿Puedo ponerle protector solar a mi bebé?
La FDA tiene normas reglamentarias que prohíben el uso protector solar en bebés menores de 6 meses de edad, pero ¿qué pasa con los bebés que nacen en los meses de verano?
Existen productos que aseguran ser aptos para bebés, pero antes de aplicarlos es mejor leer la etiqueta para comprobar sus ingredientes y consultar con tu pediatra. El óxido de zinc, por ejemplo, es también en ungüentos para erupción de pañal.
8. ¿Qué es mejor? ¿Loción, barra o spray?
Siempre y cuando se usen correctamente, todos son igualmente eficaces, en relación con sus niveles de protección. Algunos niños prefieren el spray, los padres podrían sentirse más cómodos usando loción o barras para los más pequeños. En pocas palabras, tú decides. Lo importante es la protección, no es formato.