Ser madre no es sencillo y muchas veces, no tenemos más remedio que mentirnos un poco para sobrellevarlas. No son grandes mentiras, son pequeñas mentirijillas piadosas que nos ayudan a no sentirnos culpables por no haber hecho algo que deberíamos, que nos ayudan a darnos coraje para seguir y que nos ayudan a mantenernos cuerdas esos días que se han tan largos.
Si eres madre, seguro que te reconoces en alguna de estas pequeñas, diminutas, mentirijillas.
1. Es sólo una fase
No para de llorar y en todos sitios nos dicen que es sólo una fase… Seguro que es verdad, pero empezamos a usar esa frase cada vez que pilla un berriche, no quiere bañarse…
2. No estoy cansada
Llevas despierta desde bien temprano y no has parado en toda la mañana, recoges a los niños del cole, el almuerzo, las extraescolares, los entrenos,… Llega la hora de la cena, te sientas y quieres ser adulta y compartir un momento tranquilo en el sofá, hablando con tu marido, pero lo único que quieres es dormir. ¡No estoy cansada! ¡Puedo hacerlo!
3. No hace falta bañar a los niños cada día
Hay días que, por mucho que corras, no llegas a tiempo a todo. Así que, cuando ves que es tarde pare cenar, pero aún no te ha dado tiempo de bañarlos piensas: «Bueno, no pasa nada si hoy no toca. Ya los baño mañana por la mañana».
4. ¿Ni cada dos..?
Y llega la mañana y vas tarde. y llega la noche y, de nuevo, vas tarde… Pero ya no puede ser más, ¿verdad?
5. Ya que estamos, yo tampoco necesito una ducha
Lo has conseguido. Colegio, almuerzo, entrenamientos, deberes, baño, cenas, y a dormir. Has conseguido terminar tu larga lista de tareas y es momento de disfrutar de una agradable ducha y…¡Puff! ¡Qué pereza! Mañana será otro día
6. No voy a comerme las sobras de la comida directamente de la olla
estás sola. Nadie te va a ver. Además, ahorrarás agua y energía al no tener que fregar platos. Pero no, no está bien, no se puede comer directamente de la olla, ¿verdad?
7. El ketchup es verdura
Al fin y al cabo es tomate, ¿no? Sí, no deberíamos hacerlo, pero ¡es la única forma de que coman!
8. No hace falta limpiar la casa, en cuanto lleguen van a ponerla patas arriba otra vez
El lunes me toca limpiar la casa. Mmm, mejor lo dejo para mañana que hoy ya no me da tiempo. Vaya hoy tampoco, pues mañana. Bueno total, ¡si nunca se nota que he limpiado!
9. Algún día dejará de pensar que los chistes sobre caca son divertidos
Piensa en tu marido o en ti misma, ¿a que te sigues riendo con ese tipo de chistes? Da igual lo adultos que seamos, los chistes escatológicos siempre nos sacarán una risilla aunque lo intentemos evitar. Pues tus hijos igual, lo único que podemos hacer es enseñarles a que intenten reprimirla en público.
10. Y también dejará de preguntar por las partes íntimas en público
«Mamá, ¿por qué tu amiga tiene las tetas tan gordas?» Así nos sorprendió mi sobrina el otro día en una cena. Y es que los niños son así, no tienen filtro y preguntan por todo sin vergüenza alguna. Bueno, la vergüenza ya la ponemos nosotras.
11. Voy a encontrar la forma de incluir verduras en todas las comidas
Verduras y legumbres. Además de la ración de fruta diaria. Ese es el plan, pero claro, cuando lo intentas, tu pequeño se niega en redondo y no hay nada que hacer.
12. Voy a hacer un álbum de fotos para sacar de la memoria del móvil esas cientos de fotos que acumulo
También pensé eso al año de empezar a salir con mi marido… hace 13 años. Tenemos la buena voluntad, pero siempre no falta tiempo o motivación. ¡Algún día lo harás!
13. Crece por día, así que no voy a comprar ese trajecito carísimo para sacarle una foto monísima para Instagram
¡O para lo que sea! Pero es que es tan mono. Ya sabes que no le va a valer dentro de unos meses y que es carísimo, pero no puedes evitarlo ¡Va a estar tan mona con ese vestidito!
15. La televisión es un gran aliado, no pasa nada por dejarlos todo el día ahí para poder terminar mis tareas
¡Sí! sabemos que la televisión atonta, que no es bueno que la vean mucho, pero ¿qué podemos hacer? Estamos cocinando y nos persigue entre sartenes. Igual que mientras que limpiamos o intentados hablar por teléfono. Muchas veces ya no es para que podamos hacer las cosas, sino por su seguridad (parte b de esta mentira).
14. Mañana me voy a levantar con tiempo suficiente para arreglar a los niños y dejar la casa recogida antes de salir
Bueno, esta metirijilla, más que una mentirijilla es un buen propósito que se queda en el camino. Es como cuando a principio de año decimos que vamos a ir al gimnasio, dejar de fumar o aprender inglés. Tenemos la buena voluntad, pero es otro plan que se queda a la mitad, siempre.
16. Nadie recordará que llevé este modelito en la última reunión de padres y profesores
Ya no es sólo una mentira que nos contemos, nuestro marido está de acuerdo. ¡Nadie se acordará de lo que te pusiste! ¿Seguro? ¿Te acuerdas de lo que llevaba puesto la mamá de la mejor amiga de tu hijo? Pues eso.
17. El calcio construye huesos fuertes, así que una dieta con un 90 % de queso está perfectamente bien
El bendito queso que, al igual que el ketchup, nos ayuda a que nuestros hijos coman mejor. no deberíamos abusar, pero a veces, tenemos que usar nuestra arma secreta.
18. Sólo voy a cerrar los ojos un minuto
Y te despiertas con tus propios ronquidos. No es malo, es normal, pero es otra mentira que nos decimos. ¿Recuerdas cómo era dormir una noche del tirón?
19. Yo soy la que manda
Soy la madre, yo ordeno y mando. Los demás me obedecen sin rechistar. ¿A qué te estás riendo de mi? Sí, yo también me río. Como ya sabemos todas, son nuestros peques los que mandan en casa.
20. No necesito ir al gimnasio, me paso todo el día corriendo detrás de los niños
Ser madre es un deporte de élite, ¡por supuesto! Pero, debemos reconocerlo, ese vaquero sigue mirándote con carita de pena desde el fondo del armario. Los michelines, se nos acumulan y nuestro trasero crece al ritmo de nuestro bebé. No, por mucho esfuerzo que requiere criar a un hijo, no es el tipo de esfuerzo que te hace entrar en una 36.
21. Yo puedo sola, no necesito ayuda
En nuestra lista de mentirijilas de madre, no podía faltar la gran mentira: «No necesito ayuda». Reconócelo de una vez, sí la necesitas. Déjate ayudar y mimar.