El parto por cesárea es un procedimiento quirúrgico en el que se realiza una incisión en el abdomen de la mujer y otra en el útero. Una cesárea puede ser planificada con anticipación si hay complicaciones en el embarazo o si ha tenido una cesárea anterior.
También puede realizarse una cesárea cuando en el momento del parto existen complicaciones para que el bebé salga a través del canal del parto.
Sin embargo, en los últimos 40 años los partos por cesárea han aumentado y uno de cada tres nacimientos es a través de cesárea (1). Esta tendencia ha hecho que los expertos se preocupen porque se considera que esta intervención se está realizando más a menudo de lo que realmente es necesario. Debido a los riesgos que conlleva, solo se considera necesario cuando hay razones médicas (2).
Cuándo realizar una cesárea
En ocasiones, una cesárea puede ser más seguro que un parto vaginal, tanto para el bebé como para la madre. El médico recomienda esta intervención en los siguientes casos:
- Una de las razones más comunes es que el parto no avance, ya sea porque el cuello del útero no se dilata lo suficiente o porque la cabeza del bebé es demasiado grande para pasar por el canal del parto.
- Cuando el bebé no recibe el oxígeno suficiente. Si el médico está preocupado por el suministro de oxígeno o cambios en la frecuencia cardíaca del bebé, puede que la cesárea sea la mejor opción para evitar daños.
- La posición del bebé no es la correcta (con la cabeza hacia abajo). Puede colocarse con los pies o las nalgas hacia abajo o de lado, lo cual complicaría que se diera un parto vaginal.
- Embarazos múltiples. En este caso es normal que alguno de los bebés esté en la posición incorrecta.
- Problemas con la placenta. Si la placenta se desprende del útero antes de que comience el parto o esta cubre el cuello del útero, la cesárea será la forma más de segura de tener al bebé.
- Problemas con el cordón umbilical. Cuando el cordón umbilical sale antes que el bebé o si este es comprimido por el útero durante las contracciones, ya que puede cortar el suministro de oxígeno del bebé.
- Problemas de salud de la embarazada. El médico puede sugerir una cesárea si usted tiene algún problema de salud que puede complicarse durante el parto, como enfermedades cardíacas o la presión arterial alta. También puede ser recomendable cuando hay alguna infección como herpes genital o VIH.
- Problemas de salud del bebé. Puede ser más seguro para bebés que tienen ciertas anomalías en el desarrollo, como el exceso de líquido en el cerebro (hidrocefalia).
- Cesárea anterior. Dependiendo del tipo de incisión uterina y otros factores, a menudo es posible intentar el parto vaginal después de una cesárea anterior. Pero, en algunos casos el médico puede recomendar realizar otra cesárea.
Algunas mujeres solicitan la cesárea para tener su primer hijo. A veces para evitar el trabajo o las posibles complicaciones de un parto vaginal, o para tener la ventaja de un parto programado. Sin embargo, no es recomendable, ya que hay algunos riesgos que hay que tener en cuenta puesto que al fin y al cabo se trata de una cirugía.
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Riesgos
La recuperación de una cesárea es más lenta que la recuperación de un parto vaginal. Y al igual que otros tipos de cirugía mayor, las cesáreas también conllevan un riesgo de posibles complicaciones (3).
Los riesgos para el bebé
- Problemas respiratorios. Los bebés que nacen por cesárea tienen más probabilidades de desarrollar taquipnea transitoria. Es un problema respiratorio caracterizado por una respiración anormalmente rápida durante los primeros días después del nacimiento. En las cesáreas que se realizan antes de las 39 semanas de embarazo o sin prueba de madurez pulmonar, el bebé podría aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas respiratorios, incluyendo el síndrome de dificultad respiratoria. Se estima que alrededor de 35 de cada 1000 bebés nacidos por cesárea tienen problemas respiratorios, frente a 5 de cada 1000 bebés nacidos por parto vaginal (4).
- Lesión quirúrgica. Aunque es raro, se puede dañar la piel de bebé durante la cirugía.
Los riesgos para la mujer
- La inflamación y la infección de la membrana que recubre el útero. Esto se conoce como endometritis y puede causar fiebre, flujo vaginal con mal olor y dolor uterino.
- Aumento del sangrado. Es probable que pierda más sangre con una cesárea que con un parto vaginal. Las transfusiones de sangre pueden ser necesarias en algunos casos.
- Reacciones a la anestesia. Son posibles las reacciones adversas a cualquier tipo de anestesia. Puede experimentar fuerte dolor de cabeza en los días posteriores al parto.
- Coágulos de sangre. El riesgo de desarrollar un coágulo de sangre es mayor en una cesárea que un parto vaginal. Esto sucede especialmente en las piernas y los órganos pélvicos.
- Infección de la herida. Es posible que se infecte la herida de la cesárea.
- Lesión quirúrgica. Aunque es raro, pueden producirse lesiones en órganos cercanos, como la vejiga.
Recuperación
Por lo general, una cesárea puede durar alrededor de una hora. En la mayoría de los casos, su pareja o un familiar puede permanecer con usted durante la cirugía.
La mayoría de las cesáreas se realizan con anestesia local, solo la parte inferior del cuerpo queda anestesiada, lo que le permitirá estar despierta en todo momento. En casos de emergencia, puede ser necesaria la anestesia general, en la que la mujer no podrá ver, sentir u oír nada.
Después de la intervención tanto el bebé como la madre pueden permanecer en el hospital alrededor de tres días o incluso más. Poco después de la cesárea se le animará a levantarse y caminar. Moverse puede ayudar a que su recuperación sea más rápida y además, ayudará a prevenir el estreñimiento y coágulos de sangre que pueden ser potencialmente peligrosos.
La herida puede tardar en curarse entre 4 y 6 semanas. La fatiga y las molestias son comunes e irán disminuyendo con el tiempo si no hay infecciones en la herida. Es importante, que no haga esfuerzos durante las primeras semanas, como levantar objetos pesados o ponerse en cuclillas.
Intente mantenerse hidratada para recuperar la perdida de líquidos durante el embarazo y evitar el estreñimiento. Tome los medicamentos para el dolor que se le han recomendado y evite las relaciones sexuales hasta que su médico se lo indique.
Si presenta alguno de los siguientes síntomas es importante que consulte con su médico.
- Cualquier señal de infección, como fiebre alta, dolor severo en el abdomen, enrojecimiento o hinchazón.
- Dolor de pecho acompañado de enrojecimiento o fiebre.
- Flujo vaginal con mal olor.
- Dolor al orinar.
- Sangrado vaginal o grandes coágulos.
- Dolor o hinchazón de piernas.
- Síntomas de depresión postparto: cambios de humor, pérdida de apetito, fatiga, falta de energía y desinterés. Más información en “La depresión postparto”.
Consejos para su recuperación en casa
- Descanse todo lo que pueda. Pida a sus familiares, amigos o contrate algún servicio, para que le ayude con el cuidado del recién nacido o de otros hijos.
- No levantar peso y tener cuidado con la posición de la espalda.
- Caminar todos los días puede tener beneficios para su salud física y emocional. Además, le ayudará a que su recuperación sea más rápida. Solo necesita dar paseos cortos.
- Incluya en su dieta productos ricos en fibra y beba al menos dos litros de agua al día. Esto le ayudará a combatir el estreñimiento.
- Mantenga la herida limpia y seca. Use ropa suelta y si tiene signos de infección consulte con su médico.
Referencias
(1) http://www.sciencedaily.com/releases/2014/03/140306095520.htm
(2) http://www.webmd.com/baby/guide/cesarean-section-topic-overview?page=3
(3) http://www.mayoclinic.org/tests-procedures/c-section/basics/what-you-can-expect/prc-20014571
(4) http://www.betterhealth.vic.gov.au/bhcv2/bhcarticles.nsf/pages/Caesarean_section?open
Me gusto mucho y es muy interesante