STOP a la maniobra de Kristeller

La maniobra de Kristeller o “presión en el fondo del útero” consiste en presionar el  vientre de la mujer de parto con las manos o el antebrazo, con el fin de acelerar la salida del bebé.

Por lo general, se usa cuando el proceso de expulsión del bebé es muy prolongado, el feto es muy grande o cuando la madre está cansada y no tiene fuerzas por la anestesia epidural.

Es una maniobra que no suele constar en la historia clínica de la paciente y por ello, también es conocida como la “maniobra invisible”. Además, es frecuente que no se pida el consentimiento de la mujer para realizarla.

La FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) reveló en 2011, que no existen informen o registros en la historia clínica mundial acerca del uso de la maniobra de Kristeller, lo que dificulta la recogida de datos para realizar estudios observacionales.

Es una técnica obsoleta del siglo XIX y que está prohibida en muchos países e incluso es considerada delito por poner en peligro la salud de la madre y el bebé. Sin embargo, en muchos hospitales la maniobra de Kristeller se sigue utilizando con normalidad en el proceso expulsivo del bebé.

[quote_box_center]Por ejemplo, en España, tanto el Ministerio de Sanidad como la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) desaconsejan esta maniobra. Pero el Ministerio estima que en el 2010 se realizó en al menos el 26% de los partos. [/quote_box_center]

 

maniobra de kristellerDesde la asociación “El parto es nuestro” se lanzó una campaña, STOP KRISTELLER: CUESTIÓN DE GRAVEDAD, para terminar con esta técnica empleada en muchos hospitales.

Esta asociación pudo sacar algunas conclusiones de esta campaña, que realizo 373 entrevistas a madres españolas. Estos datos son extraídos del siguiente enlace:

  • El 93,5% de las entrevistadas no fue informada acerca de la maniobra de Kristeller antes de su realización.
  • Al 96,2% se le practico dicha maniobra sin su consentimiento.
  • El 75,3% considera que la maniobra no fue positiva.
  • El 39,1% pidió que pararan, pero en el 90% de los casos siguieron con la maniobra.
  • En el 70% de los casos fue necesario realizar otras intervenciones.
  • El 59,4% de las mujeres tuvieron secuelas físicas.
  • El 63,5% de las entrevistadas tienen secuelas emocionales y lo consideran una experiencia traumática.

Pero sin embargo, solo el 5,6% de las encuestadas pusieron una reclamación al hospital.

Riesgos para la madre

Cuando se aplica la maniobra de Kristeller, la mujer tiene riesgo de sufrir traumatismos de diferentes grados, desde hematomas y contusiones hasta fracturas en las costillas.

Además:

maniobra de kristeller

  • El periné puede verse afectado por la presión.
  • Aumenta el riesgo de hemorragias y de rotura o inversión uterina, que en algunos casos puede implicar la necesidad de la extirpación del útero.
  • Desprendimiento de placenta, que implica realizar una cesárea urgente con peligro de muerte para la madre y el bebé.
  • Es una de las posibles causas de desgarro cervical y del síndrome abdominopelviano en el puerperio.

 

Debes saber que:

Toda mujer tiene derecho a negarse que le realicen este tipo de maniobra, y más cuando se hacen sin consentimiento. Natalia, en su blog “Liberty test” nos cuenta como se negó a que el ginecólogo le hiciera la maniobra de Kristeller.

 

Riesgo para el bebé

El recién nacido también corre algunos riesgos cuando se realiza la maniobra de Kristeller. Entre ellos se encuentran:

maniobra de kristeller

  • El bebé puede sufrir fracturas del húmero, clavícula o de las costillas.
  • Lesiones en los órganos internos.
  • Falta de oxígeno que puede ocasionar daño neuronal.

 

Algunos estudios respaldan que el 32% de los niños con trauma asociado al nacimiento fueron sometidos a esta maniobra. 

 

Alternativas a la maniobra de Kristeller

Esta maniobra esta desaconsejada y es poco eficaz para acelerar la salida del bebé. Pero existen otras alternativas que pueden ayudar en la expulsión, que no son dolorosas y que respetan tanto a la madre como al bebé.

Estas incluyen:

  • Permitir que la mujer se mueva con libertad.
  • Colocarse en posición vertical, puesto que tumbada se dificulta el descenso del bebé. Hay que confiar en la gravedad y ponerse de pie para facilitar el proceso.
  • Respetar los tiempos de la madre y del bebé. Cada parto es diferente y el tiempo de los mismos también.
  • No dirigir los pujos ni animar a la madre a que lo haga si ella no siente la necesidad de hacerlo. El cuerpo de la mujer está diseñado para parir y es un proceso natural para el que toda mujer está preparada fisiológicamente.
  • Emplear analgésicos distintos a la epidural. Esta hace que la mujer pierda sensibilidad y no sienta cuando vienen las contracciones y cuando pujar. En caso de usarla, que sea en dosis bajas para permitir que la mujer pueda saber cuándo debe pujar.

 

Resumiendo
Algo tan simple como permitir a la mujer moverse con libertad, que elija una postura cómoda y/o colocarse en posición vertical resulta eficaz para facilitar la salida del bebé. La maniobra de Kristeller está desaconsejada por varios organismos y además tanto la madre como el bebé pueden sufrir consecuencias graves. Es importante que la mujer embarazada conozca los riesgos de realizar esta maniobra y en el caso de que se realice se debe pedir el consentimiento.

 

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Psicóloga, madre de tres hijos. Me gusta todo lo relacionado con el arte y el pilates está dentro de mis rutinas diarias. Viajar es mi gran pasión y lo hago siempre que puedo, pero no tanto como me gustaría.

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