Empieza la temporada de bodas y, sé por experiencia, lo complicado que puede ser que estando embarazada, te toque ir de boda.
En el fondo creo que tuve suerte, no se me notaba demasiado, aunque también creo que el peor momento es en el segundo trimestre. Puede que tu embarazo no sea demasiado evidente y parezca que estés gorda más que embarazada.
Si vas a ser mamá y tienes una boda por delante, estás en el sitio adecuado.
Protocolo básico
En este sentido, soy un poco de la vieja escuela: No ir de blanco ni de negro, vestidos largos y brillos solo para la noche y todas esas cosas.
Pero claro, cada boda es un mundo y la moda cambia, así que sigue tu intuición y, sobre todo, sé egoísta. En esta etapa seguramente te veas mal con todo, así que busca el modelito con el que te sientas mejor.
El corte imperio, tu mejor aliado
Este es el corte que más favorece a todas las embarazadas. Ya sea en un vestido largo o corto, te ayudará a lucir perfecta y estar cómoda al mismo tiempo. Te quedará bien tanto si estás de poco tiempo como si estás en la recta final de tu embarazo.
Un consejo personal, ten cuidado con el pecho. Estos vestidos suelen ser palabra de honor y, como ya sabrás, en el embarazo tu pecho se volverá gigante. Quizás estos escotes sean “demasiado” para una boda.
Primero meses
SI estás en los primeros meses de embarazo y tu barriga aún no está muy definida, puede que lo pases peor que si estás de 8 meses ya. Debes tener cuidado con lo que eliges porque puede parecer que has engordado más que estar embarazada.
En este periodo, puedes elegir vestidos rectos o sueltos con un poco de vuelo. Si eres delgadita y tu barriguita sale hacia delante no hacia los lados, tal ves puedes optar por un vestido muy ajustado que sí marque una bonita tripa de embarazada.
Salir de la rutina
Quizás te resulte aburrido usar el típico vestido de gasa y corte imperio. Si este es tu caso, no te preocupes, no creas que por estar embarazada ese tiene que ser tu uniforme.
Marca tripa
Si solo has cogido peso por el bebé, y el resto de tu cuerpo está más o menos igual, tal vez te quieras atrever con vestidos ajustado para que se vea tu tripita, o tripaza.
Dos piezas
Puede ser un poco arriesgado, pero también puede ser una buena opción. Se ve original y te puede resultar cómodo
Mono jumpsuit
Si no se te han hinchado mucho las piernas o los tobillos, puedes optar por un mono. Los hay muy elegantes y puedes llevarlos tanto de día como de noche. Tal vez sean un poco incómodos para ir al baño, pero son otra buena opción tanto para disimular la tripita incipiente como para grandes barrigas.
Chaquetas y cuellos llamativos
Siguiendo con la idea de salir de norma y darle un toque personal a tu look, puedes optar por usar chaquetillas o cuellos altos. Re ayudarás a darle más visión a la parte alta de tu cuerpo y no tanta a tu barriga.
Ropa normal o premamá
Estas es una de las grandes dudas, sobre todo en los primeros meses. Aunque los diseñadores de ropa premamá se han puesto las pilas, puede que te resulten un poco sosas y caras. SI no encuentras nada que te guste, puedes recurrir a ropa normal y escoger un par de tallas más de lo que sueles necesitar.
Si eres mañosa con la costura, o conocer a alguien que lo sea, esto puede ayudarte mucho. Puedes comprar un vestido grande y ajustar las zonas que te queden mal.
Si esta opción no te convence o ya estás demasiado gordita, no desesperes. Hay marcas, como H&M o ASOS, que tienen líneas premamá a precios económicos y con diseños bastante atractivos.
Complementos
Como mujeres, ya sabemos que los completos pueden marcar la diferencia. Pues esto es aún más importante si estás embarazada.
Si sólo has encontrado un vestido liso que te parece un poco soso, no pasa nada, con una pamela o un tocado, puedes marcar la diferencia. Además, te ayudarán a compensar tus nuevos volúmenes.
Otro complemento que debes vigilar mucho son los zapatos. Yo soy una enamorada de los zapatos de tacón de vértigo, pero he de reconocer que no son la mejor opción cuando estás embarazada. Puedes optar por unos zapatos de tacón cuadrado grueso con un diseño original y si no son nuevos mejor que mejor. Unos zapatos “amaestrados” te pueden salvar el día.