La inseminación artificial consiste en estimular el proceso de ovulación de la mujer con objeto de introducir los espermatozoides de la pareja en el útero en el momento ideal.
El objetivo final para recurrir a este tipo de tratamiento es quedarse embarazada. En casos de esterilidad o falta de calidad y/o cantidad de espermatozoides, la inseminación artificial es prácticamente necesaria.
¿A quién se dirige?
Este método está dirigido a toda mujer que, con o sin pareja, desea tener un bebé; y a parejas homosexuales que necesitan un donante. Siempre que exista algún problema para concebir, bien sea por edad avanzada o por cualquier otra patología, un tratamiento de inseminación artificial puede potenciar esa posibilidad de embarazo.
¿Cuándo debes acudir a una clínica de inseminación artificial?
Si tienes menos de 35 años y llevas de seis meses intentándolo o si superas los 35 y llevas un año sin obtener resultados, es el momento de acudir a una clínica.
La edad de una mujer es el condicionante más relevante a la hora de conseguir un embarazo. Cumplidos los 30, la posibilidad de quedarse embarazada de forma natural comienza a reducirse. Con 35 años, la mujer tiene un 15% de probabilidad mensual de embarazo y este porcentaje desciende mes a mes.
¿Por qué debes acudir a una clínica de inseminación?
Tras superar la edad considerada ideal para concebir, las clínicas de inseminación artificial determinan, mediante un exhaustivo estudio, el grado de fertilidad de una paciente. En base a los resultados, se establecen las posibilidades reales de concebir y la condición de someterse o no a un tratamiento de reproducción asistida.
Por otra parte, las mujeres sin pareja o parejas homosexuales femeninas que quieren ser madres deben someterse a una fecundación in vitro, un tratamiento de inseminación artificial con semen de un donante. Para llevar a cabo este proceso deben acudir cuanto antes a una clínica. En ella, para conocer la manera más adecuada de realizar el tratamiento se tendrán en cuenta la edad y la existencia de algún tipo de patología (si procede).
Además, pueden existir casos concretos de problemas de fecundación o enfermedades que puedan afectar a la fertilidad, y en los que se recomienda acudir a una clínica de inseminación artificial desde el comienzo en la búsqueda del embarazo. Determinadas situaciones como la tenencia de ovarios poliquísticos o madre con menopausia precoz son ejemplos de ello. También en los hombres pueden darse complicaciones que afecten a su fertilidad como paperas o algún traumatismo que haya afectado a los testículos.
En este punto es vital el trabajo de los ginecólogos, pues a ellos les corresponde la labor de informar a la sociedad femenina sobre las edades más favorables para quedarse embarazas. Las visitas y revisiones ginecológicas deben servir para orientar a la paciente en materia de maternidad. Actualmente la edad media de las mujeres que acuden a clínicas de inseminación artificial se sitúa en torno a los 38 años. Una edad avanzada que complica el embarazo incluso siendo sometidas a tratamiento. ¿Nuestra recomendación? En primer lugar, consulta a tu ginecólogo, y si cumples los requisitos de edad mencionados y quieres ser madre, cuanto antes mejor, acude a una clínica de inseminación artificial.
Dra. Rosa Cercas Duque – Embrióloga Laboratorio Fecundación In Vitro y Andrología
Este es un post invitado realizado por los profesionales de URH García del Real, clínica de fertilidad en Madrid con más de 20 años de experiencia. Cuenta con un equipo multidisciplinar en distintas áreas para ofrecer un apoyo global en ginecología, psicología, nutrición y otras especialidades médicas.
Clínica de reproducción asistida URH García del Real