¿Qué es una hernia umbilical en bebés?

El cordón umbilical del feto está unido a la placenta materna durante el embarazo. Este cordón pasa a través de los músculos abdominales y a veces esa zona no se cierra completamente, permitiendo que pasen capas abdominales internas e incluso parte de los órganos. Cuando esto sucede se dice que el bebé tiene una hernia umbilical, que consiste en una protuberancia hacia afuera en el ombligo.

Cuando el bebé está sentado, llora o hace algún esfuerzo, la protuberancia sale hacia afuera. Es blanda y por lo general, no le produce dolor al bebé. El tamaño de la hernia puede variar de menos de uno a más de cinco centímetros de diámetro.

[quote_box_center]Por lo general, las hernias umbilicales se producen en los bebés recién nacidos, pero también pueden pasar desapercibidas y descubrirlas varias semanas o meses después del nacimiento. [/quote_box_center]

¿Puede ser grave?

En ocasiones, una parte del intestino sobresale a través de la hernia y este puede recibir mucha presión, de manera que la sangre no llegaría bien a esa sección del intestino. El intestino necesita un buen suministro sanguíneo para mantenerse sano y funcionar correctamente.

En estos casos, la hernia debe ser tratada de urgencia mediante una intervención quirúrgica.

Cuáles son las causas

La hernia umbilical aparece cuando la zona donde se unía el cordón umbilical y la placenta, no se cierra por completo.

Este tipo de hernias son bastante frecuentes. Según datos de la Asociación Española de Pediatría, se estima que 1 de cada 10 bebés padecen este abultamiento del ombligo. Aunque no se sabe por qué, es ligeramente más común en los bebés de raza negra y afecta casi al 75% de los bebés prematuros.

Cuando el bebé llora o hace algún esfuerzo, el aumento de presión en el abdomen hace que la hernia sea más visible. Pero esto no quiere decir que estén causadas por el llanto.

Por lo general, no están asociadas con otras enfermedades. Sin embargo, según la Clínica Dam, pueden relacionarse con afecciones raras como la enfermedad de almacenamiento de mucopolisacáridos, el síndrome de Beckwith-Wiedemann o el síndrome de Down. 

¿Cómo es el tratamiento?

Las hernias umbilicales suelen desaparecer por sí solas antes de los 3 o 4 años en ocho de cada diez casos. Cuando no desaparecen a esta edad se realiza una intervención quirúrgica. Pero sin embargo, en algunos casos, es necesario operar antes de los 4 años. Estos casos incluyen:

• El orificio de la hernia está por encima del ombligo, lo que se conoce como hernia supraumbilical.

• La apertura por la que sale la hernia es muy grande, superior a 2,5 centímetros. Estas raramente cierran por sí solas.

• Si se produce una estrangulación del intestino o ruptura de la hernia. Estos casos necesitan una cirugía de emergencia pero son poco frecuentes.

La operación se realizará bajo anestesia realizando una pequeña incisión en el ombligo. Se trata de una intervención sencilla y por lo general, puede volver a casa el mismo día.

¿Cuándo debes acudir al médico con tu bebé?

Ante la presencia de algunos síntomas es necesario acudir al médico de inmediato, ya que pueden indicar que el intestino está siendo estrangulado por la hernia. Estos síntomas incluyen:

• Si el bebé se muestra irritable.

• Parece que tiene dolor abdominal intenso.

• La hernia está sensible, inflamada y cambia de color.

• El bebé presenta vómitos y fiebre.

• El abdomen se ve más grande y redondo.

Qué debes hacer cuando tu bebé tiene una hernia umbilical

Como ya he mencionado, las hernias umbilicales se resuelven por sí solas en la mayoría de los casos. Es por ello, que los profesionales médicos recomiendan no hacer nada, es decir, no recurrir a remedios caseros, como colocar fajas al bebé o esparadrapos para comprimir la hernia. Ya que estos remedios no son eficaces y pueden causarle molestias al bebé.

Por otro lado, debes prestar atención a cómo evoluciona la hernia y acudir al médico si se presentan los síntomas del apartado anterior.